La carne está asada. Pero no sabe como debería. No porque esté mala ni porque le falte sazón, sino por un pequeño hábito que se da incluso antes de meterla en la sartén. Si sale humo al asar la carne, no la estás asando, la estás quemando.
Si lo necesitas durante carne asada Abrir una ventana, encender la campana extractora y aun así la cocina huele mal, algo anda mal. El humo en la sartén no es señal de que la carne vaya a estar mejor, sino de que algo va mal, normalmente demasiado rápido.
El resultado es a menudo Grasa quemada, sabor y olor amargos, que dura más que el almuerzo mismo. Pero hay un viejo truco, casi olvidado, que lo evita, sin cambiar la sartén, el aceite ni la receta.
Experimentado Los chefs conocen desde hace mucho tiempo un truco sencillo. Sólo se necesita un único ingrediente que casi todo el mundo tiene en casa y el resultado es una carne notablemente mejor.

¿Por qué fumar al hornear es señal de un problema?
El humo no es una prueba de que esté bien horneado, sino una advertencia de que temperatura demasiado alta o a gordo Cuando el aceite o la mantequilla superan su punto de humo, comienzan a descomponerse, afectando tanto el sabor como la calidad del plato.
La carne puede dorarse por fuera, pero tiene un sabor amargo, que ninguna especia puede disimular por completo. Además, se liberan olores desagradables que permanecen en la habitación mucho tiempo después de cocinar.
Un viejo truco de cocina con zanahorias.
Uno de los trucos antiguos pero sorprendentemente efectivos es adición de un pequeño trozo de zanahoria fresca En la sartén mientras se fríen. Las zanahorias actúan como un regulador natural de la temperatura de la grasa.
Cuando empieza a sobrecalentarse, Las zanahorias absorben parte del calor. y ayuda a prevenir la quema de grasa. Al mismo tiempo, absorbe algunos de los olores desagradables que se producen cuando la temperatura es demasiado alta.

Cómo las zanahorias afectan el gusto y el olfato
Las zanahorias no alteran el sabor de la carne, ya que no se utilizan como ingrediente del plato, sino como complemento para freír. Su función es principalmente técnica. Reduce la posibilidad de formación de humo., mantiene la grasa más estable y permite una cocción más uniforme.
Una buena fritura no se trata de humo, sino de control. Cuando la grasa se mantiene estable y la temperatura está controlada, la carne conserva su sabor y la cocina no se convierte en un ahumadero. Un trocito de zanahoria en la sartén es un simple recordatorio de que, al cocinar, a menudo no necesitamos más, solo menos sobrecalentamiento y más sentido común.





