Si quieres desconectar de la realidad por un momento (o tres días), Chalet Al Foss es tu nuevo lugar favorito en los Alpes italianos. Este encantador hotel en Vermiglio le ofrece más que solo una cama para dormir, sino también una gran cantidad de experiencias inolvidables, desde un desayuno flotante en la piscina hasta tomar champán con alpacas en su café de la mañana. No es de extrañar que te sientas como si acabaras de salir de una película romántica (contigo como protagonista, por supuesto).
Habitaciones donde querrás quedarte para siempre
El hotel dispone de 44 habitaciones que no son sólo habitaciones, sino verdaderos oasis de paz alpinos. El estilo es rústico, pero al mismo tiempo moderno y chic. Camas colgantes, jacuzzis privados en los balcones, bañeras junto a ventanas panorámicas... Sí, así es: te bañas, miras las montañas y te olvidas del mundo entero. Cada habitación tiene su propia personalidad, pero todas tienen una cosa en común: una vista que te atrapa como amor a primera vista.
Bienestar: piscinas y saunas con unas vistas a las que no podrás resistirte
Si la vida te ha estado tirando demasiados limones últimamente, relájate en el H2O Alpin Spa Center. Hay una piscina cubierta para nadar tranquilamente, saunas para desestresarse y aquellas oh y ah una piscina infinita al aire libre con vista a los picos nevados. Puntos extra: jacuzzis privados al aire libre donde puedes ser completamente antisocial y dedicarte exclusivamente a las burbujas (en el agua y en el vaso).
Culinaria: cuando la comida se convierte en una experiencia
El restaurante te hará sentir como un auténtico gourmet. Cada mañana te espera un desayuno a la carta, lo suficientemente rico como para que quieras quedarte un día más. Durante el día, podrá elegir entre comidas ligeras de bistró junto a la piscina o platos más sofisticados para cenar. Es especialmente romántico si tienes una cena a la luz de las velas en una cabaña privada. Sí, este es el momento en el que puedes decir: "Sí, la vida es bella".
Experiencias que no olvidarás
Cada día es una nueva miniaventura en Chalet Al Foss. Un desayuno flotante en la piscina es un sueño de Instagram: el desayuno en una bandeja, tú en el agua, montañas a tu alrededor. Si amas a los animales (¿y a quién no?), prepárate para desayunar en compañía de las alpacas del hotel, Happy y Bernard. Créeme, estas alegrías peludas posarán felices para tus selfies. Para las almas más románticas, también hay una cena bajo las estrellas junto a la piscina. ¿Podría ser más cursi? No. ¿Es perfecto? Absolutamente.
Qué hacer cuando te mudas del hotel (si es que lo haces)
Los alrededores son perfectos para explorar. En invierno, recorra las blancas pistas de la estación de esquí de Passo Tonale, que está a tiro de piedra, y el hotel le llevará hasta allí con un servicio de transporte gratuito. En verano, hay hermosas rutas de senderismo y ciclismo que atraviesan verdes paisajes alpinos. Si alguna vez te cansas del lujo (lo dudamos), la naturaleza siempre está ahí para refrescarte con un poco de energía salvaje.
Chalet Al Foss: más que un hotel
No es sólo un lugar para dormir, es un destino que debes experimentar. Romántico, un poco estrafalario y sin una pizca de aburrimiento. Ideal para quienes buscan desconexión, lujo y un toque de magia. Si te apetece disfrutar de las vistas alpinas, los jacuzzis calientes y las alpacas cortando tu desayuno, entonces ya sabes adónde ir. ¡Tu cuento de hadas alpino te espera!