"El amor es como la guerra, empiezas cuando quieres, paras cuando tienes que hacerlo". – Sabiduría española
Hay noches en las que te preguntas si alguna vez tendrá el coraje de elegirte. Si alguna vez llega el día en que lo tienes todo para ti. Un tiempo en el que te amará con todo su corazón, sin excusas y sin razones. Solo él y tú, enamorados.
Te preguntas si alguna vez la sacará de su vida, por ti. Te preguntas si alguna vez habrá un momento en que planee un futuro contigo. Cuando finalmente te dice que es solo tuyo. Un tiempo en el que no tendrá otras opciones, en el que solo tú estarás a su lado.
Sabes en tu corazón que nunca sucederá. Ya no te vas. Ya no puedes hacerlo. ya no quieres Lamentas cómo resultaron las cosas, pero tu viaje ha llegado a su fin.
Tal vez él está en el dolor. Pero eso no importa, lo hiciste por ti mismo. Sabes que hiciste algo que tu futuro yo te agradecerá. No importa cómo te sientas en este momento, tenías que hacerlo. Sabes muy bien que fue lo mejor. Para ti. Para él. Para ustedes dos.
Tenías que acabar con eso, acabar con lo que fuera. Podría ser cualquier cosa. No importa cómo cambien las cosas, sabes que no hay salida.
Tienes cicatrices, tal vez él también. Sanarás tus heridas. No importa cuánto te esfuerces, cuánto luches, siempre serás quien eres. no cambies Nunca. Te debes a ti mismo irte y salvarte de más dolor.
La verdad es que ella siempre sería su segunda opción. Esa mujer que vendrá tras ella. Ella siempre sería la que lo esperaría y se preguntaría si él estaba con ella. Una mujer que lloraría en su cama, preguntándose qué estaba haciendo mal, por qué no era suficiente, por qué ella no era la primera opción.
Ella siempre sería la que él amaba, pero nunca completamente. El que le importa, pero no más que eso. Ella siempre sería la que la llamaría cuando no tuviera tiempo. Ella siempre sería su plan de respaldo cuando las cosas no iban bien con ella. Siempre serías su red de seguridad porque pensó que nunca te irías. Que siempre esperarás a que él tenga completo poder sobre ti.
Sabes que nunca fuiste el primero, que solo eras "alguien" a su alrededor. Esta no es la vida que querías, ¡así que elígete a ti mismo de nuevo! Ponte delante de él, en primer lugar. Porque conoces la realidad, ¡nunca serás su primera opción!
Él era tu amor. Un amor del que nunca te arrepentirás. Él era tu amor, pero el amor no siempre significa un final feliz. A veces los grandes amores se convierten en grandes amores porque nos enseñan grandes lecciones de vida.