Google siempre nos ha indicado cómo hacer las cosas. Ahora, las hará por ti. Recientemente, Google mejoró su famoso navegador con dos pequeñas pero importantes novedades. Escribe «encontrar mi teléfono» y Google lo localizará en un mapa y te ofrecerá llamarlo. Escribe «enviar indicaciones» y te guiará hasta él. Google ha recorrido un largo camino en sus 16 años de historia de búsqueda, pero esto es solo el principio.
La evolución de Google Es verdaderamente fascinante. En 16 años se ha convertido en la respuesta a todo. Es más. Ahora ya no solo te dice cómo hacer algo, ahora Simplemente hazlo por ti.El navegador ha avanzado muchísimo en este tiempo. Cuando estábamos en campo de búsqueda Al teclear la palabra deseada, su interfaz generaba una lista interminable de enlaces, que también podrían llamarse posibles respuestasPero Google fue aún mejor. Aprendió a reconocer preguntas en nuestro idioma nativo y más tarde se convirtió en... clarividente, ya que empezó a predecir lo que queríamos escribir antes de que lo hiciéramos. Unos cuantos ajustes más aquí y allá, y ahora, cuando le haces a Google una pregunta sencilla como "¿Cuántos kilómetros hay hasta la Luna?", obtendrás La respuesta deseada antes de la lista de enlaces, que ocultan la respuesta.

LEE MAS: Google presenta una aplicación con la que podrás localizar cualquier teléfono Android
La cuestión, por lo tanto, se centra en los requisitos. Con lo mencionado anteriormente novedad Google Now cambia su piel y se transformará lentamente de aquel que Proporcione una respuesta, en aquel que ofrece una soluciónNuestro deseo (es decir, nuestra pregunta) se convierte en una orden. Le decimos a la máquina que encuentre nuestro teléfono inteligente y nos guíe hasta él. Y lo hace.

Un buscador como Google Se está convirtiendo en nuestro esclavo. Y le gusta. Claro que aún quedan muchos obstáculos (poco éticos) por superar, pero estamos a un paso de poder pedirle que traiga una pizza, que revise el aceite del coche o que pague la factura de la luz. ¿El dilema del 22? Pagamos el precio de la comodidad con una dependencia cada vez mayor de Google, esa megacorporación que se asemeja cada vez más al Gran Hermano. Y esto plantea la siguiente pregunta: "¿Google trabaja para nosotros o nosotros trabajamos para Google?"






