El duelo es un océano en el que puedes nadar hasta que te quedes sin aliento y sin fuerzas. Si eres una persona eternamente positiva, quizás pienses que está mal estar triste y que debes transformar o neutralizar la tristeza con pensamientos positivos y fortaleza mental.
Lo intentarás y fallarás porque el duelo tiene un propósito y un significado. Es una parte integral de la vida. Un estado constante de felicidad y positividad no es factible de manera realista. ¡Acepta la tristeza, abrázala y ábrele tu corazón! No la defiendas.
El duelo se apega a una persona. Las personas tristes son vulnerables y abiertas. El duelo tiene su propia belleza además de su propósito y significado.
No puedes ahuyentar la tristeza con afirmaciones e imponerlas a tu ser que está bañado en tristeza. El duelo da una perspectiva diferente. Con él, puedes ver las cosas desde otro ángulo, desde abajo, desde adentro, desde las sombras.
Cuando te limpias de lágrimas y dolor, tu perspectiva cambia y ves las cosas de manera diferente, ves una parte más grande de la imagen de tu vida.
Hay muchos métodos, técnicas, cómo ser positivo, cómo ser feliz, cómo amarte a ti mismo. Pero nadie te enseña a estar triste.
No hay instrucciones sobre cómo estar triste, ni cómo volver a ser feliz, porque no las necesitas. Ambos vienen de adentro – ¡de ti!
Cuando crees en el poder de los pensamientos positivos, no superas la tristeza, no entras en la alegría y el positivismo permanentes, sino que unes todo lo que tienes dentro de ti con el amor. Y cuando la tristeza llega a una persona positiva, la acepta, la abraza, llora y ríe con ella, en la intimidad profunda de su alma.
La vida no deja de suceder como lo hace si te mantienes positivo. Trae pérdidas para las que no está preparado, reveses repentinos, fracasos. Todo está sucediendo constantemente, en oleadas y períodos.
Te sentirás vacío y derrotado de vez en cuando. A veces estarás profundamente triste. ¿Por qué? Lo que necesitas aprender es a no tener miedo a la tristeza y a no tratar de ahuyentarla. ¡Acéptalo, como cualquier otra emoción! Experiméntalo y respétalo.
Cuando realmente hagas esto, sentirás que todo está bien, que la vida es buena y plena, y que eres feliz aunque estés muy triste.
La esencia de la positividad es la estabilidad de la certeza, que todo tiene su propósito y sentido, que lo que debe pasar está pasando. Y que eres capaz de afrontarlo, porque la carga que te ha sido asignada corresponde a tus fuerzas.
¡Permítete sentir - todas las emociones!