George Ferrandi es una artista neoyorquina que quería captar las reacciones de la gente cuando se apoya en los hombros de los transeúntes.
Su plan era simple: se quedó dormida en el vagón del metro y se apoyó en la persona que tenía al lado. El resultado: todos quedaron sorprendidos, algunos dejaron descansar a Fernanda, otros se movieron.