¿Cuándo pueden las personas ser verdaderamente felices con sus vidas? ¡Cuando damos rienda suelta a cosas que no son para nosotros!
Nuestras vidas pueden estar llenas de preocupaciones, desafíos, giros y vueltas, pero eso no significa que no podamos ser realmente feliz.
La vida, las personas que la componen, pueden decepcionarnos muchas veces. No logramos aprovechar las oportunidades que soñamos, no logramos integrarnos en un entorno que nos parece ideal, los seres queridos nos abandonan... Esto es motivo demasiado pronto para la depresión, para perder la fe en la vida. Podemos intentar levantarnos, pero siempre volvemos a caer. ¡Hasta el momento en que nos detengamos!
Si la vida no nos da y no nos da las cosas por las que luchamos mucho y duro, entonces a nosotros estas cosas nunca fueron destinadas a ser. ¡Quizás nos merecemos algo mejor! Tal vez sea hora de dejar que la vida siga su propio curso. No será fácil al principio, pero si bajamos un poco nuestras expectativas y aceptamos la realidad y las decepciones, pronto podremos ver los frutos de nuestra transformación.
Por supuesto, estaremos rotos aquí y allá y es posible que tengamos que aceptar decisiones realmente grandes y difíciles, como dejar un trabajo que nos hace infelices, dejar a una pareja porque abusa emocionalmente de nosotros... Habrá que romper el ciclo que nos hizo sufrir y que nos hizo caer al fondo. ¡Es difícil levantarse, pero funcionará!
En este difícil punto de inflexión, debemos eliminar a las personas tóxicas de nuestras vidas y comenzar de nuevo. para seguir lo que verdaderamente amamos, en lugar de seguir los estándares de desempeño social. Lento pero seguro, debemos abrirnos a las cosas que la vida tiene para ofrecer sin forzarnos.
A veces, cuando tratamos de dejar que las cosas sucedan en su curso natural, el universo muestra el mejor camino. La mayor parte del tiempo estamos obsesionados con conseguir cosas que alguna vez pensamos que eran ideales y buenas para nosotros, cuando en realidad eran malas para nosotros.
Forzarnos a cosas que nunca fueron pensadas para nosotros solo nos dañará, nos lastimará. Tenemos que creer que cada pérdida conducirá a cosas nuevas que serán mejores para nosotros. Y esto, sin duda, también se aplica a aquellos que un día nos dejaron atrás, porque aquellos que REALMENTE nos AMA se quedan con nosotros para siempre sin que tengamos que pedírselo.
¡Al final del día, debemos recordar que lo que estaba destinado para nosotros NUNCA nos pasará por alto ni nos dejará!