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¡Loco! Este es un colágeno casero que rejuvenece de adentro hacia afuera: ¡un elixir casero que puedes preparar fácilmente tú mismo!

Olvídate de los sueros milagrosos

Domači kolagen
Fotografía: Katja Ferenga / Ai art

¿A veces te preguntas dónde se ha ido ese brillo juvenil cuando te miras en el espejo: el real, no el de los filtros? ¿Y tus articulaciones han empezado a dar opiniones cada vez que haces una sentadilla? Entonces tenemos una receta para ti que no es ni una moda ni un truco de marketing. Es colágeno casero, un buen elixir óseo de toda la vida, avalado por las abuelas y apoyado por los nutricionistas: una rara estrella que brilla tanto en la cocina como bajo el microscopio.

No, esta no es otra historia de superalimentos que se venden por cucharadas. caldo de huesosSe ha demostrado que el colágeno degradado naturalmente, rico en colágeno, es una de las formas más efectivas de restaurar la red de soporte interna del cuerpo: la que mantiene unidos la piel, las articulaciones, el cabello, las uñas y el estado de ánimo. ¡Esto es colágeno casero!

Con el envejecimiento (nota: esto comienza a la tierna edad de 25 años)Reduce gradualmente la producción de colágeno. ¿El resultado? La piel se vuelve menos elástica, las articulaciones menos flexibles, el cabello más fino… y no, no es una conspiración de espejos.

Por eso, el caldo de huesos –o “oro líquido”, como lo llaman algunos entusiastas del bienestar– se considera una alternativa natural a los suplementos de colágeno, que a menudo quedan en algún punto intermedio entre el estómago y la ilusión.


¿Qué se esconde exactamente en esta sopa? ¡Esto es colágeno casero!

Colágeno tipos I, II y III, glucosamina, ácido hialurónico, calcio, magnesio, fósforo… Prácticamente todo el abecedario para favorecer la vitalidad. Y sí, todo esto procedente de huesos y verduras, no de un tubo de ensayo de laboratorio.


Receta: Colágeno de caldo de huesos casero

Ingredientes:

  • 1 hueso de res grande con un poco de carne (también puedes usar varias patas de pollo, pequeñas pero fuertes)
  • 3 zanahorias
  • 3 raíces de perejil
  • 1 raíz de apio
  • 2 cebollas grandes
  • 2 dientes de ajo
  • 2 hojas de laurel
  • 1 ramita de romero
  • Sal y pimienta para probar
  • Agua (suficiente para cubrir todos los ingredientes)

Preparación:

  1. Coloque el hueso en una olla grande (o olla de cocción lenta). Si es posible, córtalo para exponer la médula: ahí es donde radica la clave.
  2. Vierta el agua hasta que todos los ingredientes queden bien cubiertos.
  3. Cocine a fuego lento durante al menos 10 horas, aún mejor hasta 24 horas (si tienes una olla de cocción lenta, este es el momento perfecto para que brille).
  4. El último 4 horas de cocción Agregue las verduras limpias y picadas y las especias.
  5. Cuando la sopa esté lista, cuélala. Puedes extraer la médula de los huesos y agregarla nuevamente para obtener mayor poder nutricional.
  6. Conservar en frascos de cristal: durará hasta 5 días en el frigorífico, aunque también puedes congelarlo para más adelante.

¿Cómo tomar (y disfrutar) este colágeno casero?

Cantidad diaria recomendada: 100–200 ml sopas. Ideal por la mañana o por la noche, cuando la digestión está tranquila como un monje zen.

Sopa calentar ligeramente, nunca hervir: los aminoácidos delicados se estropean un poco y no les gusta el drama.

Puedes beberlo como bebida caliente, agregarle pasta de miso para darle un toque asiático o usarlo como base para platos. Es un camaleón culinario: con un poco de imaginación, nunca te aburrirás.

Fotografía: Katja Ferenga / Ai art

¿¡Esto es colágeno casero!? ¿Qué puedes esperar?

Si crees que después de tres copas parecerás estar en el baile de graduación, deja que la realidad te abrace suavemente. Los efectos son gradual, pero por ello es aún más fiable. Después de algunas semanas de consumo regular, puedes esperar:

  • Piel más luminosa y flexible
  • Mayor movilidad y menor dolor articular.
  • Cabello y uñas más fuertes
  • Mejor digestión y bienestar general (la gelatina es una verdadera amiga de los intestinos)

Conclusión: En un mundo de filtros, tu piel debería obtener filtrado óseo y colágeno nativo.

El colágeno casero no es una tendencia, sino una tradición. Es una prueba de que algunas cosas realmente no necesitan un cambio de marca porque han funcionado durante siglos. En un mundo de sueros caros y promesas infladas, una taza de caldo de huesos puede parecer modesto, pero esa modestia es su mayor fortaleza.

Así que, enciende la estufa, arremángate (o simplemente presiona el botón de tu olla de cocción lenta) y date un gusto con el elixir por el que juraba tu abuela. Puede que de la noche a la mañana no te veas como un filtro de Instagram, pero estarás más saludable, de adentro hacia afuera.

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