Durante bastante tiempo, la regla general ha sido que los humanos nacen con un cierto nivel de inteligencia y lo mejor que podemos hacer es estar a la altura de nuestro potencial. Pero los científicos han demostrado que en realidad podemos aumentar nuestro potencial y disfrutar del proceso. Al aprender nuevas habilidades, el cerebro crea nuevas vías nerviosas que permiten un trabajo más rápido y de mejor calidad. Aquí hay una lista de siete pasatiempos que nos hacen más inteligentes.
1. Tocar un instrumento musical.
Tocar música ayuda con la creatividad, las habilidades analíticas, el lenguaje, las matemáticas, las habilidades motoras finas y la lista continúa. Estos son grandes beneficios que algunas personas afirman que también se pueden obtener practicando deportes en equipo. El principal beneficio de tocar un instrumento musical es que fortalece el cuerpo calloso, que conecta los hemisferios del cerebro haciendo nuevas conexiones. Un cuerpo calloso mejorado ayuda con las habilidades ejecutivas, la memoria, la resolución de problemas y la función cerebral general, sin importar la edad que tengamos.
2. Lectura.
Los beneficios de la lectura son los mismos, ya sea que disfrutemos leyendo Harry Potter o la última edición del Wall Street Journal. Leer reduce el estrés, nos hace sentir mejor y al mismo tiempo aumenta tres tipos de inteligencia: la inteligencia cristalizada, la fluida y la emocional. Esto ayuda con la resolución de problemas, la aplicación de conocimientos previos a los problemas cotidianos, la detección de patrones, la comprensión de procesos y la interpretación precisa y la respuesta a las emociones de otras personas. En el lugar de trabajo, esto significa una mejor comprensión de cómo hacer que las cosas funcionen y mejores habilidades de liderazgo.
3. Recreación regular.
La recreación ocasional no es suficiente. La recreación regular es mucho más efectiva. Al hacer precisamente eso, nuestras células se inundan con el factor neurotrófico BDNF, una proteína que ayuda con la memoria, el aprendizaje, la concentración y la comprensión. Esto a menudo se conoce como agudeza mental.
Algunos científicos plantean la hipótesis de que, por otro lado, estar demasiado tiempo sentado impide que nuestro cerebro funcione tan bien como podría.
4. Aprender un nuevo idioma.
Nos olvidamos de resolver acertijos para mejorar nuestra memoria. En cambio, preferimos aprender un idioma extranjero. Las investigaciones muestran que las personas que son al menos bilingües son mejores para resolver acertijos que las personas que solo hablan un idioma. El aprendizaje exitoso de nuevos idiomas permite que nuestro cerebro esté mejor preparado para tareas mentalmente exigentes. Esto incluye habilidades ejecutivas típicas, así como planificación y resolución de problemas.
Saber al menos dos idiomas también tiene un efecto positivo en nuestra capacidad de monitorear el entorno y enfocar mejor nuestra atención en los procesos.
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5. Pongamos a prueba nuestro aprendizaje acumulativo.
Muchos estudiantes inteligentes "se divierten" en la escuela secundaria o la universidad. El problema de esto es que olvidamos estas cosas bastante rápido, ya que rara vez las repetimos de la misma forma. Una de las razones por las que aprender un nuevo idioma nos hace más inteligentes es sin duda que requiere un aprendizaje acumulativo (el proceso de aprendizaje ocurre continuamente y se desarrolla a sí mismo). A medida que lo usamos una y otra vez, la gramática y el vocabulario se repiten innumerables veces, mejorando nuestro conocimiento del idioma extranjero.
Aplicamos el concepto de aprendizaje acumulativo en nuestra vida diaria y en nuestro lugar de trabajo haciendo un seguimiento de los fragmentos notables de conocimiento que adquirimos. Observemos detenidamente o llevemos un pequeño diario con cualquier cosa que nos llame la atención.
6. Ejercita tu cerebro.
Los soduku, los rompecabezas, los rompecabezas, los juegos de mesa, los videojuegos, los juegos de cartas y actividades similares aumentan la neuroplasticidad (la capacidad del cerebro para toda la vida de reconfigurar las vías neuronales en función de nuevas experiencias). Esto implica muchos cambios en las vías neuronales y las sinapsis, que es esencialmente la capacidad del cerebro para reorganizarse. Cuando las células nerviosas responden de nuevas formas, aumenta la neuroplasticidad, lo que permite una mayor capacidad para ver las cosas desde diferentes perspectivas y comprender la causa y el efecto del comportamiento y las emociones. Tomamos conciencia de nuevos patrones y nuestras capacidades cognitivas mejoran.
Aunque la neuroplasticidad también se asocia con deficiencias como el tinnitus, el aumento de la neuroplasticidad puede ayudar a prevenir algunas afecciones. Se dice que las personas con alta neuroplasticidad son menos propensas a la ansiedad y la depresión y, al mismo tiempo, aprenden más rápido y recuerdan más.
7. Meditación.
En 1992, el Dalai Lama le pidió al científico Richard Davidson que estudiara sus ondas cerebrales durante la meditación. Esto fue para ver si podía generar ondas cerebrales especiales cuando se le ordenaba. Resulta que durante la meditación centrada en la compasión, las ondas cerebrales mostraron que estaban en un estado mental muy compasivo. Los resultados de toda la investigación se publicaron en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias en 2004 y luego en el Wall Street Journal, donde la investigación recibió mucha atención.
La meditación se ha vuelto interesante para las personas ambiciosas porque un estudio ha demostrado que podemos controlar nuestras ondas cerebrales y sentir lo que queramos, cuando queramos. Esto significa que podemos sentirnos más fuertes ante varias negociaciones, más seguros cuando pedimos un aumento y más convincentes cuando queremos vender algo.