El amor puede ser maravilloso, pero también un cruel maestro de paciencia. ¿Alguna vez te has preguntado por qué esperas a que un hombre se decida? Esperar un amor que nunca llega es una de las ilusiones más dolorosas en las que caemos cuando no escuchamos la verdad que nuestro corazón nos ha estado susurrando durante mucho tiempo.
¿Dónde nos perdemos entre la esperanza y la realidad?
Primero, enfrentemos la brutal verdad: un hombre sabe desde el principio si quiere una relación seria o no. Por supuesto, podemos convencernos de que simplemente necesita un poco más de tiempo o que tal vez no pueda expresar sus sentimientos. Incluso podemos disculparlo con historias de heridas pasadas y problemas personales que carga sobre sus hombros. Pero la verdad es simple: si alguien realmente te ve como alguien con quien quiere construir un futuro, no lo esconderá detrás de excusas.
Hay un término en psicología de las relaciones. "disonancia cognitiva" - un estado de conflicto interno cuando queremos creer en algo que es contrario a los hechos. Cuando un hombre dice: "No estoy listo ahora", no lo escuchamos como "No quiero", sino como "Quizás pronto". Y aquí viene el problema. La diferencia entre la realidad y nuestra interpretación es muchas veces lo que nos atrapa.
¿Por qué la gente espera lo inalcanzable?
Esperar que alguien "cambie de opinión" puede estar relacionado con patrones psicológicos profundos de los que muchas veces ni siquiera somos conscientes. Las personas a las que les resulta difícil dejar una relación sin terminar suelen tener miedo al rechazo o están acostumbradas a pedir amor desde la infancia. En estos casos se trata de buscar una validación donde lo más probable es que nunca la vayamos a conseguir.
Si un hombre nos deja inseguros, inconscientemente nos encontramos en una batalla emocional... con nosotros mismos. Por un lado, está nuestra necesidad de amor y estabilidad, y por otro, la esperanza, que nos alimenta con migajas de atención. Buscamos una señal, un gesto de que somos dignos de su amor, cuando en realidad estamos esperando algo que, para empezar, no era nuestro.
¿Miedo a una pérdida real o a la soledad?
La incapacidad de un hombre para comprometerse a menudo surge de un miedo interno a perder su libertad o al fracaso. Es posible que esté atormentado por recuerdos de heridas pasadas, o que en realidad no esté interesado en las mismas cosas que tú; simplemente no puede decirlo con claridad. Sin embargo, estos son sus demonios y no tu deber salvarlos. Es tu deber elegirte a ti mismo.
Pregúntese: "¿Por qué tengo miedo de dar un paso adelante sin él?" La respuesta a esta pregunta a menudo revela más sobre nosotros que sobre nuestra pareja. El miedo a la soledad o al fracaso puede ser más fuerte que la conciencia de ganar más.
¿Cuándo es hora de partir?
No se trata de tomarse “un poquito más de tiempo para pensar”. Se trata de poder escucharnos y admitir que a veces irse es el mayor acto de amor propio. Si alguien no está preparado para entablar una relación contigo, no es tu fracaso, es su elección. Pero es tu elección persistir en una espera interminable o darte la oportunidad de algo mejor.
El amor no se trata de esperar a que alguien te convenza de lo que vales. El verdadero amor viene con certeza, no con duda. Si alguien no está dispuesto a comprometerse, es una señal clara de que es posible que esté recorriendo solo el camino de las promesas a medias durante mucho tiempo. No temas dejar ir a quien te detiene en el pasado, porque hay alguien esperándote en algún lugar que sabrá desde el primer momento que tú eres la única opción para él.