¿Mover el reloj al 2024? En Europa llevamos décadas adelantando los relojes dos veces al año, alternando entre el horario de verano y el de invierno. Muchos se preguntan cuándo será necesario cambiar las manecillas del reloj esta vez y si será la última vez, ya que la abolición de esta transición se lleva discutiendo en la Unión Europea durante muchos años. Este año volveremos al horario de invierno y en este artículo exploraremos en detalle cuándo sucede esto, por qué seguimos moviendo nuestros relojes y cuáles son las consecuencias para nuestro cuerpo.
¿Mover el reloj al 2023? ¿Cuándo pasaremos al horario de invierno en 2024?
El horario de invierno en 2024 comienza en domingo 27 de octubre. El tiempo será a las 3:00 de la mañana emocionado volver a las 2:00, lo que significa que dormiremos una hora extra. Esta es la hora en la que volvemos al horario estándar, que mantendremos hasta el último domingo de marzo de 2025, cuando los relojes vuelvan al horario de verano.
¿Por qué seguimos moviendo los relojes?
El desplazamiento del reloj se introdujo como medida para aprovechar mejor la luz del día, especialmente durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, cuando se quería reducir el consumo energético. La idea era que, con días de verano más largos, la gente utilizaría menos iluminación artificial y así ahorraría electricidad.
Hoy, sin embargo, este argumento está perdiendo fuerza. Según las investigaciones, el impacto del cambio de hora en el consumo real de energía ya no es tan importante, ya que nuestra forma de vida, especialmente con los dispositivos digitales y el consumo continuo de electricidad, ya no está ligada a la luz solar.
Además, muchos expertos advierten de consecuencias negativas para la salud y el bienestar general de las personas. El cambio de hora afecta a nuestro ritmo circadiano, lo que puede provocar alteraciones del sueño, fatiga, reducción de la concentración e incluso un aumento de la tasa de accidentes de tráfico. ¿Mover el reloj al 2023?
¿Es este el último movimiento del reloj?
En los últimos años ha habido muchos debates en la Unión Europea sobre la abolición del movimiento del reloj. En 2019, el Parlamento Europeo apoyó una propuesta para poner fin al movimiento del reloj, pero aún no se ha llegado a un acuerdo entre los estados miembros. Según la propuesta, los Estados miembros tendrían que elegir si quieren quedarse en verano o en invierno. El plazo para la decisión se ha pospuesto varias veces, principalmente debido a la pandemia de COVID-19 y otras cuestiones urgentes en la Unión.
Eslovenia aún no ha decidido en qué hora se quedaría si se parara el cronómetro. La mayoría de los expertos apoyan la idea de que sería mejor quedarse en invierno, ya que es más natural para nuestro ritmo biológico y la luz solar.
¿Qué impacto tiene adelantar el reloj en nuestra salud?
Los expertos en salud llevan tiempo advirtiendo sobre los efectos negativos de adelantar el reloj, especialmente durante la transición al horario de verano, cuando perdemos una hora de sueño. Aunque la transición al horario invernal, cuando ganamos una hora extra, parece menos estresante, también puede provocar alteraciones en el ritmo circadiano, especialmente en personas sensibles a los cambios en el ritmo del sueño.
Los estudios han demostrado, para aumentar el número de infartos, accidentes y fatiga general en las semanas posteriores al cambio de hora. Nuestro cuerpo necesita varios días para adaptarse a una nueva rutina, lo que afecta a la productividad, la concentración y el bienestar general.
Conclusión
También en 2024 cambiaremos el reloj al horario de invierno, es decir, el domingo 27 de octubre. Aunque durante años se ha debatido la abolición del cambio de hora en la Unión Europea, por ahora esta práctica sigue vigente. Hasta entonces, podemos prepararnos para una hora extra de sueño y recordar que nuestro cuerpo puede necesitar unos días para adaptarse a una nueva rutina.