Una relación no resolverá todos tus problemas. Puede traerte una ola de emoción y felicidad, porque es bueno encontrar a alguien a quien amas.
Tu pareja puede darte un millón de pequeños cumplidos. Él puede decirte cuánto te ama, lo hermosa que eres y cómo no puede imaginar una mejor persona que tú.
Sin embargo si no te amas a ti mismo, nunca lo creerás. Nunca completamente. Siempre te preguntarás si quiere algo más, eres suficiente para él, tienes miedo de que se vaya, te deje.
Cuestionarás sus intenciones, incluso si él no te da ninguna razón para cuestionar si su amor es real.
No importa cuánto intente tu pareja hacerte sentir bien con tu cuerpo. No importa cuántos cumplidos te haga, eso no cambiará tu forma de reaccionar cuando te mires al espejo.
Ellos no tienen ese tipo de poder sobre ti. Tienes que hacer este trabajo tú mismo. Y eso es trabajo.
No es fácil enamorarse después de décadas de tratarse mal. Tendrás problemas cuando te mires al espejo y no te guste lo que ves. Te costará creer las afirmaciones que te dices a ti mismo en el espejo, incluso si tu yo interior sabe que es verdad.
Es más fácil para ti cuando ves a alguien enamorarse de ti, pero no sabes cómo amarte a ti mismo.
Necesitas darte el tiempo y las herramientas para sentirte cómodo con tu yo verdadero y auténtico. Necesitas tomarte el tiempo para concentrarte en lo que te hace feliz, lo que te hace sentir bien con tu cuerpo.
Cultivar el amor propio y el respeto propio.
Nunca descuidarías a tu pareja, entonces, ¿por qué descuidarte a ti mismo?
¿Por qué sentirse peor cuando podría estar trabajando para fortalecer su relación con la persona que ve en el espejo? Después de todo, es la relación más larga, y la más importante, que jamás tendrás. ¡Que te diviertas!