Te convences de que él te ama. ¿Por qué tus esfuerzos no producen los resultados deseados? Si te encuentras en este torbellino de pensamientos, es hora de detenerte y enfrentar la verdad.
¿Por qué parece que cuanto más lo intentas, más lejos estás de conseguirlo? ¿Por qué las palabras que escoges con cuidado quedan sin respuesta? ¿Sientes que te están arrastrando hacia un abismo donde tu valor ya no está en tus manos?
¿Qué hacer en lugar de convencerte de que él te amará?
En los momentos en que ella quisiera correr tras él, él se detiene. En lugar de dirigir toda tu energía hacia alguien que no te corresponde, redirígela hacia ti mismo.
No huyas de las emociones, abrázalas.
Cuando intentas reprimir tus emociones, éstas no se disipan; al contrario, se arraigan aún más profundamente en tu alma. Ignorando el dolor Es como sembrar semillas que eventualmente germinan y se convierten en algo aún más pesado. Permítete sentir todo aquello que te abruma.
No te avergüences de la tristeza, No huyas de la decepción. En lugar de eso, acepta las olas de emociones que llegan y déjalas fluir a través de ti. Cada dolor que sientes es un paso más cerca de tu felicidad.
No lo busques a él, búscate a ti mismo.
Cada vez que pienses en él, dirige tu atención hacia ti mismo. ¿Qué has estado descuidando últimamente? ¿Qué es lo que siempre has querido hacer pero has estado posponiendo? Concéntrate en tus pasiones, en las cosas que te hacen feliz, en los pequeños momentos que te traen paz.
Conviértete en la persona que admiras. No por él, no por venganza, sino por mí. Despierta sueños que han muerto con él. Escribir, dibujar, viajar, bailar en medio de la habitación. Vivir.
Deja de enviar mensajes que nunca obtienen una respuesta adecuada.
Esperar su respuesta es como contener la respiración con la esperanza de que el aire se vuelva dulce. Libérate de esto. No dejes que tus valores sean determinados por alguien que siempre está sólo medio presente.
Borra su número. No le envíes pensamientos que no apreciará. En lugar de eso, escríbelas para ti mismo, escríbelas en un diario o repítelas mientras tomas el té de la mañana.
Detente en la puerta del pasado
No regreses a los lugares donde una vez fuiste feliz con él, esperando encontrar respuestas allí. Estas sombras del pasado no te abrazarán, sólo te recordarán lo que ya no es tuyo.
No revises conversaciones antiguas. No busques significados ocultos en sus palabras. Lo dicho, dicho está. Lo perdido, perdido está.
Crea una vida donde él no sea la historia principal.
El mundo es demasiado grande para encerrarlo en sus ojos. Hay tantos lugares que aún no has visitado. Tantas canciones que aún no has escuchado. Tanta gente que te amará como tú quieres.
No esperes el día que regrese. No taches días en tu calendario esperando que una mañana llame a tu puerta. Construye una vida en la que su nombre no sea el centro de atención, sino sólo una de las palabras descoloridas en el libro de tu pasado.
Permítete ser libre.
Despierta sin expectativas. Respira sin ningún peso en el pecho. Sonríele a un extraño en la calle sin pensar en él.
Un día estarás sentado en un café, bebiendo. café y observaste el mundo que te rodeaba y te diste cuenta de que estabas bien. ¡Que él está lejos, pero tú estás aquí, fuerte, entero y libre!