No tiene perfume ni viene en envases chapados en oro. Sin embargo, el té verde se está convirtiendo poco a poco en un básico de las rutinas de belleza modernas. No como una tendencia pasajera, sino como una solución inteligente para el cabello cansado que ha perdido su textura.
En una época en la que prima la estética de los sérums y las fórmulas infinitas, trae té verde - este planta antigua algo que es raro: espacio para que el cabello respire.
La naturaleza traducida al ritual
El té verde no necesita presentación. Su reputación lo precede. Pero en lugar de quedarse en la taza, ahora se traslada a la ducha, no como un accesorio, sino como el protagonista. Hojas de té, Enriquecido con antioxidantes, polifenoles y microelementos., actúa como un reinicio para un cuero cabelludo sobrecargado de productos, estrés y aire de la ciudad.
El poder del té verde
El té verde proviene de la misma planta que el té negro, pero las hojas se procesan de forma diferente: sin fermentación. Por eso conservan ingredientes activos como catequinas, flavonoides, vitaminas B y C y, por supuesto, EGCG, un antioxidante con envidiables propiedades regeneradoras celulares.
Estimula la circulación sanguínea en cuero cabelludo, lo que significa más oxígeno, mejor nutrición para los folículos y, en consecuencia, un crecimiento más rápido. Cabello Se vuelven más fuertes, se rompen menos y el cuero cabelludo queda calmado., especialmente para quienes sufren de picazón, caspa o exceso de grasa.
Lujo discreto
Si bien la industria ofrece atajos, El té verde ofrece espacioNo pretende serlo todo, pero sí una cosa: tónico. Pero ahí reside su poder. Tras la aplicación, el cabello no huele a perfume, sino a nada en absoluto, lo cual es un lujo excepcional.
Suavidad. Brillo. Peinado sin esfuerzo. Un lujo reconocido por quienes están cansados de la estimulación constante. Quienes, metafóricamente, prefieren la seda al brillo.
Preparación
Preparar té verde para el cabello no requiere ninguna habilidad especial. Basta con hojas frescas o una bolsita de té verde de calidad, remojar en agua caliente durante cinco minutos y dejar enfriar.
Después de lavar el cabello, se aplica el té en todo el largo del cabello y el cuero cabelludo. Sin aditivos. Sin enjuague. El ritual es sencillo.Pero el efecto es multifacético.
La estructura del cabello se estabiliza. La superficie se cierra, las hebras caen suavemente, sin pegarse. El cabello luce descansado, como la piel después de un sueño profundo.
¿Para quién es este ritual?
Para quienes ya no buscan resultados, sino establecerlos. Para quienes entienden que la belleza no es superficial, sino frecuente. Y, sobre todo, para quienes están dispuestos a cambiar el hábito por la experiencia. El té verde no es una solución. Es un cambio.
Aunque es natural, el té verde no para todosPersonas con hipersensibilidad conocida al té o con cuero cabelludo muy sensible Primero deberían hacerse una prueba o consultar con un dermatólogo. La naturaleza puede ser poderosa, y la precaución siempre es buena.