Como padre, es natural querer lo mejor para su hijo. Sin embargo, a veces nuestras buenas intenciones pueden tener consecuencias no deseadas. Una de esas consecuencias es un niño malcriado. Mimar a un niño puede conducir a la incapacidad de lidiar con la decepción o el fracaso.
¿El niño está malcriado? Criar a un niño mimado no solo es frustrante para los padres, sino que también puede ser perjudicial para el desarrollo del niño. si reconoces signos de deterioro, puede tomar medidas para ajustar su estilo de crianza y alentar a su hijo a desarrollar independencia, resiliencia y gratitud. Recuerda, nunca lo es demasiado tarde para cambiar.
Cedes con demasiada facilidad a las demandas de tu hijo.
¿Se encuentra cediendo a las demandas de su hijo sólo para escapar? estallido de ira o para silenciarlo? Si es así, puede estar malcriando a su hijo. Al ceder a todas las solicitudes de su hijo, envía el mensaje de que pueden obtener lo que quieren simplemente peleando. En su lugar, trate de establecer límites y explicar las razones de sus decisiones.
Estás exagerando con tu hijo.
Si constantemente compra juguetes, artilugios y golosinas para su hijo, puede que lo estés mimando demasiado. Si bien es importante atender las necesidades de su hijo, la indulgencia excesiva puede generar un sentido de derecho y una incapacidad para apreciar el valor de las cosas. En su lugar, trate de limitar el disfrute de su hijo y anímelo a apreciar lo que ya tiene.
No impones consecuencias por mal comportamiento.
Los niños mimados a menudo tienen un sentido de derecho y no respetan la autoridad. Si no hace cumplir las consecuencias por el mal comportamiento, su hijo puede creer que puede salirse con la suya. En su lugar, trate de establecer reglas claras y consecuencias para el mal comportamiento y apéguese a ellas.
No fomentas la independencia.
Los niños mimados a menudo carecen de independencia. Si lo haces todo para tu hijo y no lo deje hacer las cosas por su cuenta, puede tener dificultades para desarrollar las habilidades que necesita para tener éxito en la vida. En su lugar, anime a su hijo a asumir responsabilidades apropiadas para su edad y permítale tomar sus propias decisiones (con orientación).
No permita que su hijo experimente desilusión o fracaso.
Los niños malcriados a menudo tienen dificultades para hacer frente con decepción o fracaso. Si protege constantemente a su hijo de estas experiencias, es posible que desarrolle un sentido de derecho y sea incapaz de hacer frente a la adversidad. En cambio, permita que su hijo experimente desilusión y fracaso (en un ambiente seguro y controlado) y ayúdelo a aprender de esas experiencias.