"Por cada belleza hay un ojo que la verá. Por cada verdad hay un oído que la escuchará. Por cada amor hay un corazón que lo aceptará.” – Iván Panin
No aceptes los halagos de un hombre al que le gusta una foto de tu familia, pero que quiere conocerla.
No aceptes los halagos del hombre que comenta tus fotos en internet, sino del que siempre te hace sentir bella.
No aceptes los halagos de un hombre al que le gusta la foto de perfil que cambiaste, sino del que quiere cambiar tu estado civil.
No aceptes los halagos del chico de la aplicación con el que te encontraste deslizando el dedo hacia la derecha. Estar con alguien que no necesita una aplicación para llegar a ti con confianza.
No aceptes los halagos del hombre que te envió una flor o un emoji de corazón, sino del que sabe lo que en realidad te envía. Su flor favorita para demostrarle que le importa.
No aceptes los halagos de un hombre que te hizo esperar para contestar un mensaje, sino el que contesta enseguida.
No acepte halagos de un hombre que primero miró su historial en línea. Pero quédate con la persona con la que eres feliz y escribe tu historia juntos. Pero dejan el pasado donde está: en el pasado.
No aceptes los halagos del hombre que dice que te extraña, sino del que se presenta en tu puerta porque te extrañó mucho.
No aceptes los halagos de un hombre que tarda en responder tu mensaje. Los mensajes de texto tardan 3 segundos en enviarse. Estar con el que se tomó el tiempo de verte.
No aceptes los halagos de un hombre que te dijo o escribió solo "buenos días". Estar con quien quiera despertar a tu lado y despertarte con un beso día tras día.
No aceptes los halagos del hombre que primero te deseó un feliz cumpleaños. Estar con quien quiera pasar este día contigo.
No aceptes halagos de un hombre con el que tienes una relación por teléfono. Estar con alguien que haga que ambos se olviden de mirar su teléfono.