No debería importarte lo que los demás piensen de ti. No lo pienses, no es asunto tuyo. ¡Tu sabes quien eres!
Si bien esto no es algo de lo que debas preocuparte, aún puede afectar el establecimiento de nuevos contactos, ya sean de carácter comercial, de amistad o romántico.
A veces, aunque seas una buena persona, los demás pueden percibirte de manera diferente.
Veamos por qué.
te ves severo
A menudo eres serio y pareces bastante severo. Esto puede hacerte parecer frío ante los demás. No lo eres, pero simplemente no quieres que se aprovechen de ti. Quieres saber con quién estás tratando antes de revelarles tu verdadero lado. De esta forma, podrás evaluar mejor a las personas que te rodean.
Rara vez pide ayuda
No quieres ser una carga para nadie, vives en una postura defensiva. Ni siquiera se te ocurre hacerte la víctima y por eso los demás piensan que no los necesitas. Buscas ayuda en los raros momentos en que te das cuenta de que no puedes hacer frente a la situación en la que te encuentras.
No haces promesas vacías
Eres una mujer de acción. No está acostumbrado a hacer promesas vacías y ofrecer falsa seguridad. Siempre preferirías ver algo a través de hacer una promesa que sabes que no puedes cumplir desde el principio.
Siempre esperas lo mejor
Miras la vida desde una perspectiva muy realista y ves las cosas como realmente son y esperas lo mejor.
Sigue tu intuición y no trates de complacer a los demás.
Haces las cosas espontáneamente. No eres convencional. En cambio, te gusta apegarte a tus principios y forjar tu propio camino.
Tienes pocos amigos, pero son tus verdaderos amigos.
Respetas la privacidad de las personas y no quieres interferir en sus problemas. Por supuesto, cuando alguien te pide ayuda, siempre estás ahí para ellos.
Perdona pero no olvides
Cuando alguien te lastime, perdona lentamente. Sin embargo, siempre recordará el dolor que experimentó y con qué debe tener más cuidado en el futuro.