Como cada año, se acerca ese día de octubre en el que tendremos que adelantar una hora el reloj. Aunque parezca completamente rutinario, este cambio ha dividido a las personas durante décadas entre aquellos que no pueden esperar a dormir una hora más y aquellos que se vuelven locos por el cambio de hora. ¿Sabes exactamente cuándo cambiaremos el reloj este año y por qué es necesario este cambio?
¿Cuándo cambiamos el reloj? El cambio de hora se produce dos veces al año: en primavera y otoño. En primavera adelantamos el reloj y nos “roban” una hora de sueño, lo que nos pone nerviosos a muchos, mientras que en otoño el reloj se retrasa y tenemos esa hora mágica más larga. Pero ¿por qué movemos el reloj?
La historia del movimiento del reloj comienza en el siglo XX, concretamente durante la Primera Guerra Mundial, cuando se introdujo por primera vez como medida de ahorro de energía. La idea era sencilla: con el retraso del día aprovecharíamos mejor la luz natural y, por tanto, utilizaríamos menos iluminación artificial. El primer país que experimentó con el movimiento del reloj fue Alemania, y posteriormente otros países siguieron su ejemplo.
¿Cuándo cambiamos el reloj?
Cada año, en octubre, nos espera un fin de semana especial: aquel en el que por fin podremos dormir una hora más. Este año adelantaremos el reloj el domingo 27 de octubre de 2024, exactamente a las 3 a.m., cuando volveremos a mover las manecillas a las 2 en punto. Eso significa que dormiremos un poco más esa noche (o tendremos tiempo extra para aventuras nocturnas si eres un noctámbulo).
¿Sigue funcionando el cambio de reloj?
En los tiempos modernos, los efectos de mover el reloj en el ahorro de energía son más cuestionables, y muchos incluso creen que mover el reloj hace más daño que bien. Por ejemplo, los científicos han demostrado que este cambio puede afectar negativamente a nuestros ciclos de sueño, provocando fatiga, peor concentración e incluso mayor tendencia a tener accidentes. Los dos primeros días después del cambio de hora son los más difíciles para muchos: nuestro cuerpo necesita algo de tiempo para adaptarse al nuevo ritmo. Aunque el turno de otoño es menos estresante a primera vista (porque tenemos una hora extra), este cambio también puede alterar nuestros hábitos de sueño.
Europa estudia poner fin al movimiento del reloj
Debido a todas estas preocupaciones, en los últimos años se ha hablado mucho de la abolición del movimiento del reloj. Ya en 2018, la Unión Europea discutió la abolición del movimiento estacional de los relojes, es decir, que cada país elegiría si utilizar permanentemente el horario de verano o el de invierno. Sin embargo, la decisión no fue fácil, por lo que aún no se ha llegado a una solución unificada. Eslovenia, como parte de la UE, tendrá que seguir la decisión del Parlamento Europeo, pero por ahora todavía estamos adelantando el reloj.
¿Qué debemos hacer para que el movimiento del reloj no nos confunda?
Aunque todos estamos acostumbrados a este cambio de hora dos veces al año, siempre surge la misma pregunta: "¿Deberíamos poner el despertador el domingo por la noche, o el reloj de nuestro teléfono nos salvará automáticamente de posibles retrasos?". Afortunadamente, la mayoría de los dispositivos modernos, como teléfonos inteligentes y computadoras, ajustan la hora automáticamente. Pero si todavía tienes un reloj de pared o ese viejo reloj de pie, ¡no olvides configurarlo manualmente!
¿Cuál es la forma más fácil de pasar el turno del reloj?
Al final, claro, queda la eterna pregunta: ¿Cuál es la forma más sencilla de pasar el cambio de hora? Los expertos aconsejan que intentes ajustar tu horario de sueño unos días antes, acostándote un poco antes de lo habitual. Además, evite la cafeína y las comidas copiosas justo antes de acostarse. Esto permitirá que tu cuerpo haga una transición más fácil al nuevo tiempo.