A veces la vida pone un punto donde queríamos una coma, y eso está totalmente bien.
Una ruptura puede ser una sorpresa, a veces un shock, pero a menudo es una oportunidad envuelta en un paquete diferente. No todos los finales son trágicos. puede ser elegante adiós lleno de gratitud, recuerdos y la comprensión de que su historia con él puede haber sido corta, pero aún así dulce.
Conoces ese sentimiento - un poco de dolor, un poco de alivio, un poco de nostalgia y un poco de esperanza, que se despierta silenciosamente en el fondo. Él era parte de tu historia y, además, un capítulo muy especial.
¿Pero quién dice que algo que no es eterno es un fracaso?
A veces los momentos que duran el tiempo justo son los más bellos. Como una película que termina antes de volverse aburrida, o un libro que deja algunas preguntas abiertas en tu mente durante mucho tiempo.
Claro, romper puede sacudirte un poco, pero si lo piensas bien, abre la puerta a algo más grande. De repente vuelves a tener tiempo para ti, para tus pensamientos, para tus sueños. Tal vez llevas mucho tiempo queriendo probar algo nuevo (una clase de baile, un viaje, holgazanear sin cesar) y ahora es el momento de hacerlo. ¿Y quién sabe? Es posible que te enamores de ti mismo de una manera que nunca antes habías conocido.
Él fue una parte importante de tu vida.
Y si ahora miras atrás, podrás decir con calidez en tu corazón: "Gracias". Gracias por las risas, por los momentos en los que fuiste uno, por todas las conversaciones y los pequeños momentos que te hicieron sentir visto. La gratitud no es un signo de debilidad, sino de fortaleza. Significa que sabes valorar lo que fue, sin arrepentimiento, sin rencor. Tal vez te enseñó cosas que no sabías sobre ti mismo o te preparó para el amor que está por llegar.
Él nunca será un extraño
¿Cómo podría serlo? Él te conocía como nadie más. Él fue quien vio tus triunfos y tus miedos, quien supo hacerte reír y quien compartió contigo esos pequeños e insignificantes momentos que los demás no notarían. Estos enlaces no se eliminan. Pueden aflojarse, volverse más fugaces, pero no desaparecen.
Nunca serán extraños, porque es difícil olvidar a alguien que alguna vez se comió tu último trozo de pastel con tanta confianza. Su huella no es una herida, sino una parte de tu historia: alguien que te enseñó a apreciar el amor, pero también lo bueno que es ser independiente y tener confianza.
¿Y ahora? Ahora estás en camino
Ya no como parte de una pareja, sino como una mujer hermosa, completamente independiente y que sabe lo que quiere. Tu vida ahora es como un lienzo que llenas con los colores de tus sueños, sin comprometer la paleta de colores.
Él siempre estará ahí en alguna parte, en tus recuerdos. Tal vez como el que supo hacer el sándwich más raro del mundo, o como alguien que te enseñó que no eres sólo alguien que ama, sino alguien que sabe amarte a ti mismo.
La mejor parte de esta historia es, que no termina con él, sino que abre un nuevo capítulo para ti. Y, este último trozo de tarta, ahora lo comes tú mismo con mucho gusto.
esta es tu historia y nadie, ni siquiera el pasado, podrá escribirlo por ti.