¡No quiero ir a la escuela! ¿Por qué algunos niños tienen tanto miedo a la escuela? ¿Qué es lo que les causa miedo y ansiedad al pensar en las responsabilidades escolares? ¿Cómo pueden los padres y maestros ayudar a un niño a superar estos sentimientos y encontrar nuevamente la alegría de aprender? Comprender y tomar las medidas adecuadas son clave para resolver estos problemas y ayudar a su hijo a superar sus miedos.
¡No quiero ir a la escuela! Cuando un niño enfrenta el miedo de ir a la escuela, puede volverse un serio desafío para padres y maestros. Este miedo no se manifiesta simplemente como una simple aversión a la escuela, sino que a menudo esconde problemas emocionales y psicológicos más profundos que deben abordarse adecuadamente.
Una escuela que debe ser un lugar de aprendizaje, crecimiento y socialización, puede convertirse en una fuente de ansiedad y estrés para el niño. Sólo esto requiere especial atención y comprensión por parte de padres y profesionales.
Las razones de tales sentimientos pueden ser variadas y complejas; desde la ansiedad por separación en los niños más pequeños hasta el miedo al fracaso y la crítica en los mayores. Es importante que padres y profesores reconozcan estas señales a tiempo y hablen con el niño de una manera que le ayude a superar estos miedos.
Con el enfoque correcto, podemos restaurar la confianza y la alegría del niño en el aprendizaje y, al mismo tiempo, permitirle afrontar sus desafíos de una manera sana y constructiva.
"¡No quiero ir a la escuela!" es una frase que los padres escuchan cada vez más a menudo de sus hijos
Las investigaciones muestran que esa resistencia puede indicar un problema más profundo: el miedo a la escuela.
En niños más pequeños A menudo se trata de una ansiedad básica por separación. miedo a la separación de los padres.
niños mayores sin embargo, pueden tener miedo de la evaluación y la crítica: se ponen nerviosos cuando tienen que responder frente a la clase y tienen miedo de ser ridiculizados si cometen un error. Algunos dudan de sus capacidades: temen tener que repetir un grado o no ser aceptados en la escuela secundaria que desean.
Miedo al divorcio
Las investigaciones muestran que el "miedo a la separación" es más pronunciado en niños que han experimentado un trauma, como el divorcio de sus padres o la pérdida de un ser querido. También es importante saber que si los padres sienten mucha ansiedad cuando su hijo va al colegio, es muy probable que el niño también la sienta. Los niños asumen las emociones y el comportamiento de sus padres; si ven que sus padres tienen miedo cuando van al colegio, es de esperar que este miedo también aparezca en ellos.
Síntomas
Los niños que tienen miedo a la escuela a menudo se quejan de diversos síntomas físicos: dolores de cabeza o dolores de estómago. Estos síntomas, como náuseas, palpitaciones, tensión muscular, alteraciones del sueño, fatiga y agotamiento, suelen desaparecer durante los fines de semana y vacaciones escolares.
Cuando llega el momento de ir a la escuela, el niño se siente asustado, amenazado e indefenso, quiere huir de la escuela y se siente incapaz de dominar el material de aprendizaje. De repente comienza a expresar una sensación de náuseas y aparecen síntomas físicos.
El miedo a la escuela también ocurre en niños cuyas Los padres tienen expectativas muy altas. y les dicen con la mejor de las intenciones: "Definitivamente serás genial, sacarás sobresalientes, todos te envidiarán". El deseo de los niños de cumplir con estas expectativas genera miedo al fracaso y miedo a decepcionar a sus padres si no les va bien en la escuela, lo que causa una variedad de problemas.
¿Cómo ayudar?
El primer paso es descubrir causa del miedo. Es importante comprender lo que siente el niño y tratarlo como a una persona, no sólo como a un estudiante. La escuela no debería ser el único tema de conversación entre padres e hijos. Cuando regresa de la escuela, la señora no preguntes inmediatamente cómo te fue en la escuela, sino más bien preguntar si ha sucedido algo interesante. Se debe elogiar cada esfuerzo, independientemente del resultado, y se debe recordar al niño que está aprendiendo para obtener conocimientos, no para obtener calificaciones.
Cada estímulo y elogio de padres y maestros le da fuerza al niño, enfrentar nuevamente el miedo, que eventualmente pierde su intensidad. A los niños se les debe enseñar a enfrentar un problema en lugar de evitarlo. Al construir auto confianza También se fortalecerán las habilidades sociales.