Los tomates son como ese viejo amigo que todo el mundo ama: vivos, jugosos y siempre listos para darle sabor a cualquier plato. Se encuentra en ensaladas, salsas y pizzas y está lleno de vitaminas, minerales y antioxidantes. Sin embargo, los tomates también tienen su lado oscuro. ¿Quién hubiera pensado que podría esconder bastantes trampas para la salud?
Aunque los tomates parecen inocentes a primera vista, pueden ser un desencadenante para algunas personas. reacciones alérgicas como picazón e hinchazón, o empeorar los síntomas del reflujo ácido, causando acidez estomacal desagradable.
Además, en personas con síndrome del intestino irritable (SII) esta fruta roja puede causar verdaderos problemas digestivos. Y por si fuera poco, los tomates contienen sustancias que pueden contribuir a formación de cálculos renales, empeorar las enfermedades autoinmunes e incluso desencadenar migrañas.
¿Quién hubiera pensado que una fruta tan deliciosa y nutritiva podría esconder tantos problemas? Por eso es importante saber cuándo es el momento de eliminar los tomates de tu dieta.
Alergias e intolerancia al tomate.
Las alergias alimentarias pueden resultar muy incómodas y los tomates no son una excepción. En algunas personas, comer tomates puede desencadenar reacciones alérgicas que pueden manifestarse como picazón, hinchazón de labios, lengua o garganta, dificultad para respirar y, en casos graves, anafilaxia. Estas reacciones pueden ser muy peligrosas y requerir atención médica inmediata. Si sospechas que eres alérgico a los tomates, lo mejor es eliminarlos por completo de tu dieta.
Acidez estomacal y reflujo
Los tomates son naturalmente ácidos y su acidez puede desencadenar o empeorar los síntomas de acidez estomacal y reflujo ácido. La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es una afección en la que el ácido del estómago regresa al esófago, provocando una sensación de ardor en el pecho. Los tomates y los productos derivados del tomate, como salsas y jugos, pueden irritar aún más el revestimiento del esófago y causar más problemas a quienes padecen ERGE.
Síndrome del intestino irritable (SII)
El síndrome del intestino irritable es una enfermedad crónica que afecta el colon y causa síntomas como dolor abdominal, hinchazón, gases y diarrea. Los tomates contienen ciertos tipos de carbohidratos que pueden provocar fermentación intestinal en algunas personas con esta enfermedad. Este proceso conduce a una mayor formación de gases y síntomas desagradables. Si tiene SII, tiene sentido intentar eliminar los tomates de su dieta y observar cualquier mejora.
Cálculos renales
Los cálculos renales son depósitos minerales duros que se forman en los riñones y pueden causar dolor intenso y otras complicaciones. Contiene oxalatos, sustancias que pueden unirse al calcio y formar cálculos. En las personas propensas a tener cálculos renales, comer tomates puede aumentar el riesgo de formación. Si tiene antecedentes de cálculos renales, hable con su médico sobre si debe eliminar los tomates de su dieta.
Enfermedades autoinmunes
Las enfermedades autoinmunes como el lupus hacen que el sistema inmunológico ataque los propios tejidos del cuerpo. Los tomates pertenecen a la familia de las crucíferas, que contienen solanina, una sustancia que puede empeorar la inflamación en algunas personas. Si tienes una enfermedad autoinmune, eliminar los tomates de nutrición ayuda a reducir los síntomas y mejorar el bienestar general.
Migrañas
Las migrañas son malas dolores de cabeza, que suelen ir acompañados de náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz y al sonido. Algunas personas encuentran que los tomates provocan migrañas. Esto puede deberse a la tiramina, una amina presente en ella que es un conocido desencadenante de la migraña en personas susceptibles. Si sufres de migrañas frecuentes, intenta eliminarlas de tu dieta y observa si la frecuencia e intensidad de los dolores de cabeza disminuyen.