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Olvídate de La Roche-Posay: ¡Estas 3 soluciones caseras de “doble limpieza” no te cuestan nada y funcionan mejor!

Estos son remedios caseros que devolverán el equilibrio a tu piel.

double cleansing
Foto: Janja Prijatelj / Ai art

En un mundo donde la belleza a menudo viene en botellas de plástico con ingredientes que no podemos pronunciar, cada vez más personas vuelven a lo básico. Natural, sencillo, eficaz. ¿El primer paso? Limpieza auténtica, sin productos químicos agresivos ni promesas vacías.

 

La piel es nuestro órgano más grande. No es sorprendente, entonces, que prestemos cada vez más atención no sólo a lo que nos ponemos, sino también a lo que no. Durante décadas, la industria de la belleza nos ha vendido la idea de que necesitamos ejércitos enteros de productos Para un rostro limpio y luminoso: aguas micelares, aceites, espumas, bálsamos... Y algo más para limpiar lo que limpiábamos antes. Doble limpieza – ¡Una tendencia que también puedes hacer con productos caseros!

¿Pero qué pasaría si existiera una forma más sencilla, más inteligente y más natural de realizar una doble limpieza?

Un enfoque natural para la doble limpieza

El concepto de doble limpieza no es nuevo: proviene de la tradición de belleza coreana e implica dos pasos: primero limpiador de aceite, luego agua. Lo que es nuevo, sin embargo, es nuestra actitud hacia los ingredientes. En los últimos años hemos visto un creciente interés en alternativas naturales, que limpian la piel sin irritarla y al mismo tiempo respetan su microbiota.

¿Y lo mejor? Probablemente ya tengas estos ingredientes en casa. No estamos hablando de plantas exóticas de la selva amazónica, sino de aceite de coco, avena, arroz y hierbas de la cocina casera.

Foto: Janja Prijatelj / Ai art

1. Bálsamo limpiador casero: cuidado nutritivo en su forma más pura

Comencemos con el método de doble limpieza. Los bálsamos son ideales para las personas con piel sensible o seca. La versión casera contiene sólo cuatro ingredientes, pero funciona como los cosméticos más lujosos de los estantes de las perfumerías.

Ingredientes:

  • 2 cucharadas de aceite de coco (sin refinar)
  • 1 cucharada de manteca de karité
  • 1/2 cucharada de aceite de almendras
  • unas gotas de aceite esencial de lavanda (opcional)

Proceso:
Derretir los ingredientes a baño maría, verter en un frasco de vidrio y dejar solidificar. Uso por la noche: aplicar sobre la piel seca, masajear y retirar con un paño húmedo y tibio.

¿El resultado? Piel nutrida, suave y libre de restos de maquillaje, sin sensación de ardor, sin enrojecimiento.


2. Aceite limpiador: lujo minimalista para todo tipo de piel: la base de una doble limpieza.

Si eres fanático de los aceites, pero los productos industriales a menudo obstruyen tus poros, prueba una mezcla casera sencilla. Sin aditivos, sin fragancias, solo pura función.

Ingredientes:

  • 1 cucharada de aceite de jojoba
  • 1 cucharada de aceite de girasol (prensado en frío)
  • 1/2 cucharadita de aceite de ricino

El aceite de jojoba es el más similar en composición al sebo natural de la piel, por lo que regula la secreción de grasa. El aceite de ricino funciona casi como un imán: extrae las impurezas de los poros. Úselo por la noche como primer paso y luego aplique un gel limpiador suave o un jabón natural. La base para la doble limpieza.


3. Agua micelar natural con té verde

El agua micelar, tal y como la conocemos en las farmacias, no siempre es la mejor opción para las pieles sensibles. La versión casera, a base de té verde, es suave, antiinflamatoria e increíblemente refrescante.

Ingredientes:

  • 100 ml de té verde fuerte y frío
  • 1 cucharadita de aloe vera
  • unas gotas de aceite esencial de manzanilla o lavanda

Úselo sobre un algodón o un paño, por la mañana o por la noche. No es necesario enjuagar: el té calmará tu piel y el aloe la hidratará.


¿Cómo incorporarlos a tu rutina?

La doble limpieza con ingredientes naturales es sencilla:

  1. Primero la parte del aceite – un bálsamo o aceite que elimina el maquillaje, el FPS y la contaminación.
  2. Luego la parte del agua – puedes utilizar un jabón suave de leche de cabra, un gel natural o incluso una mezcla ligera de miel y avena.

El procedimiento completo dura menos de cinco minutos, pero el efecto se nota después de unos días: la piel se vuelve más uniforme, menos reactiva y naturalmente radiante.


Haz que tu baño sea menos una farmacia y más una botica

Hay algo casi poético en limpiarnos la cara con las cosas que usamos recientemente para preparar el almuerzo. Esta sencillez, la honestidad de los ingredientes y la ausencia de químicos innecesarios establecen una relación más auténtica con nuestra piel. Tu camino hacia una doble limpieza.

Y quizás esto es lo más valioso en una rutina de belleza: un momento para una misma, sin frivolidades, sin excesos. Sólo tú, agua, aceite y la sensación de que estás haciendo algo bueno, para ti y para el mundo que te rodea.

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