No la pierdas por tu orgullo. Tales mujeres son raras.
La pierdes si no llegas a conocerla. Tal vez sea diferente, única, aterradora, encantadora... No la pierdas porque no tuviste la oportunidad de conocerla.
La pierdes cuando pretendes no estar disponible. Una mujer fuerte persigue sus sueños y no quiere perder el tiempo con alguien que en realidad no quiere perder el tiempo con ella. No es grosera, no es arrogante, solo protege su corazón. Ella ya se lastimó, así que no la pierdas antes de tenerla.
La pierdes cuando ocultas tus sentimientos. No te creas fuerte porque lo guardas todo por dentro. Eres más hermoso para ella cuando no tienes miedo de mostrarte a ti mismo, tu vulnerabilidad. Ella no quiere adivinar cómo te sientes, quiere estar inmersa en todo lo que tienes para ofrecer. Ella está tan profundamente conectada con la vida y necesita a alguien que también sea así.
Una mujer fuerte sabe que es poderosa y que puede mover montañas sin la ayuda de nadie. No es feminista, pero sabe lo que vale y sus capacidades, y no dejará que nadie se la quite. También sabe cuándo se aprovecharán de ella.
La pierdes cuando la subestimas, la insultas, la menosprecias. Una mujer fuerte se esfuerza incansablemente por desarrollar su confianza, su carrera y sus relaciones. Ella no defenderá a alguien que no la defienda a ella. Tal vez no te lo diga directamente porque sabe cómo se sienten los demás. Pero no será con una persona que no respeta y mira lo que ha logrado.
La pierdes al faltarle el respeto. Sabe lo que significa el silencio y conoce la retroalimentación. Ella sabe cómo respetarse a sí misma y no tolerará a una persona que no lo haga.
Lo pierdes si no luchas por él. Quiere a alguien que luche, que esté decidido y sepa exactamente cómo pedir perdón y cómo darlo.
La pierdes simplemente dejándola ir. Ella no es como otras mujeres. Ella no se arrastrará hacia ti. Ella no causará drama. Ella dirá lo que piensa y solo te verá alejarte.
Cuando tengas una mujer fuerte, no la dejes ir.