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Por qué las pequeñas mentiras "dulces" en las relaciones no son tan inofensivas como crees

Foto: envato

Las mentiras que las parejas se dicen pueden ser completamente inocentes o pueden usarse para asegurar un mar en calma en la relación. Pueden ser mentiras con las que queremos proteger los sentimientos de nuestra pareja o mentiras piadosas que equilibran las discrepancias entre las necesidades de la pareja. Pero también son más maliciosos.

Según un estudio de 2013 publicado en la revista Ciencias de la Comunicación, estas mentiras no son las mismas que las mentiras cotidianas que conocemos. El estudio identificó cuatro razones principales por las que decimos estas mentiras a nuestras parejas, lo que lleva a una mezcla de pequeñas mentiras dulces y otras que no son tan agradables.

Foto: Unsplash/Jonas Weckschmied

Mantener una relación

Una de las principales razones por las que los socios se mienten es para mantener la relación. Algunas parejas a veces dicen mentiras piadosas para evitar conflictos o aliviar la tensión. Sin embargo, este tipo de mentiras en ocasiones derivan en emociones negativas como los celos para sentirse mejor. En algunos casos, uno de los miembros de la pareja miente para evitar conflictos o discusiones, mientras que en otros, las pequeñas mentiras ayudan a mantener una atmósfera agradable y evitar temas desagradables. Algunos también utilizan mentiras para infundir culpa en su pareja y así lograr sus propios fines.

Protección de la autoestima

Algunas formas de engaño sirven para proteger la propia imagen. La “autoestima” se refiere a nuestra necesidad (o la de nuestra pareja) de sentirnos respetados, incluidos y valorados. Básicamente, estas mentiras se dicen con la esperanza de proteger los sentimientos propios o de la pareja, especialmente en situaciones en las que la verdad puede resultar dolorosa o incómoda. De esta forma, podemos mentir para crear una mejor imagen de nosotros mismos o para proteger los sentimientos de nuestra pareja de las posibles consecuencias negativas de la verdad. También podemos retirarnos con la intención de evitar determinadas actividades que no queremos realizar.

Foto: Unsplash/Jordan Bauer

Resolviendo la tensión

A veces mentimos con la esperanza de equilibrar las discrepancias entre nuestras necesidades, deseos o expectativas y las de nuestra pareja. Cuando queremos algo y nuestra pareja quiere algo más, una mentira piadosa puede ayudar a inclinar las cosas a nuestro favor. Así, uno de los socios puede conspirar para evitar revelar información que el otro quiere saber desesperadamente.

Estableciendo control

Algunas de las mentiras "inocentes" que las parejas se dicen entre sí son de naturaleza más maliciosa. Estas formas de engaño tienen como objetivo obtener una ventaja sobre el otro, pero también pueden ser una forma de hacer que la pareja se sienta mal o, de manera más maliciosa, de controlar abiertamente sus pensamientos o acciones. Un ejemplo de ello es la inducción de culpa, ya que algunas mentiras sirven para que la pareja se sienta mal o para que se sienta culpable.

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