En realidad, la adicción a los juegos está bien pensada porque los juegos están diseñados para mantenernos enganchados.
En la era del progreso tecnológico, incluso los juegos están diseñados de tal manera que es difícil dejar de jugarlos, la adicción a juegos pero se está convirtiendo en un problema mayor. No sólo entre los jóvenes, sino también entre los adultos. Por supuesto, no tenemos que hablar de adicción cuando jugamos juegos ocasionalmente, pero cuando jugar videojuegos interfiere seriamente con nuestras relaciones y afecta nuestras actividades diarias, entonces tal vez sea hora de enfrentar la verdad.
Los videojuegos han evolucionado desde simples aventuras pintorescas hasta mundos mucho más inmersivos y complejos que mantienen a los jugadores pegados a la pantalla durante horas y horas. El atractivo de los videojuegos no está sólo en sus gráficos o su historia, sino también en las decisiones de diseño únicas de los desarrolladores. Algunos juegos tienen un final definido, mientras que otros se pueden jugar sin cesar. Al menos eso es lo que parece.
Juegos finitos e infinitos
Básicamente, los videojuegos se pueden clasificar a grandes rasgos en dos categorías: finitos e infinitos. Los juegos finales tienen un comienzo y un final claros, lo que proporciona una experiencia de juego estructurada. Cuando terminan, estos juegos brindan una sensación de logro y permiten a los jugadores dejarlos sin temor a perderse más contenido. Los juegos sin fin, por otro lado, están diseñados como experiencias continuas sin un punto final definido. Estos juegos suelen tener contenido dinámico, permiten que jueguen varios usuarios y actualizaciones constantes, lo que crea un entorno dinámico que evoluciona constantemente.
Incentivo financiero
Los desarrolladores de videojuegos, como cualquier otra industria, están impulsados por incentivos financieros. Juegos infinitos o Los juegos interminables, con su modelo de participación continua, ofrecen un flujo constante de ingresos a través de compras dentro del juego, suscripciones y otras estrategias de monetización. Como resultado, los desarrolladores tienen un gran interés en hacer que los juegos interminables sean más atractivos y, en consecuencia, más difíciles para los jugadores de dejar de jugar.
La psicología detrás de esto
Los juegos son impredecibles y las recompensas son una gratificante confirmación del juego. Por esta razón, se desarrolla una adicción a los juegos, ya que el jugador espera la siguiente recompensa, aunque no es necesario que la obtenga. El aspecto social de los juegos también es importante, como la cooperación y la interacción con otros jugadores, lo que contribuye al sentido de comunidad. Esta conexión social puede crear un fuerte incentivo para que las personas sigan jugando, ya que se sienten parte de algo más grande que ellos mismos.