A medida que el verano se acerca al final y la naturaleza vira hacia tonos más cálidos y maduros, algo casi alquímico ocurre en el mundo de la moda. Todos conocemos ese momento: el amarillo mantecoso que nos acompañó durante los meses despreocupados pierde repentinamente su brillo. En su lugar llega algo más tangible, más soberano, casi físicamente relajante. Ese momento en el que sientes que tu armario necesita una nueva frecuencia. Y este año esa frecuencia no suena a amarillo. En otoño, el verde cobra protagonismo.
Color verde No es solo una transición hacia una nueva temporada, es una transformación de estilo. No es pretencioso como el esmeralda, ni demasiado suave como el mentol. Es audaz sin pretensiones, sofisticado sin esfuerzo. Como el aroma a hierba recién cortada en medio de una metrópolis de hormigón, como la sensación de vestir la naturaleza, pero en formato urbano. El verde vivo es la nueva base del minimalismo otoñal, un nuevo silencio que irradia volumen cuando es necesario. Y una vez que ves cómo combina con chocolate intenso, ciruela, blanco lechoso o platino, es casi imposible volver a la paleta de colores amarillos.
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¿Por qué el color verde? Porque la moda respira diferente este año.
En el otoño de 2025, la moda regresa al lujo sobrio. Y mientras las tendencias se enfrían, el verde vibrante se pone de moda. En los informes de WGSN y Pantone para otoño/invierno 2025 surge como un color que “conecta la conciencia, la estética y la feminidad segura”. En casas de moda como Hermès, Saint Laurent y Tom Ford, se utilizó el verde como acento principal, a menudo combinado con tonos neutros oscuros o detalles metálicos.
El verde es el color de la determinación. Actúa como un color zen. No se usa para llamar la atención, sino para ser recordado.
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¿Con qué combinarlo? Una fórmula de peinado que siempre funciona.
El verde es el color que no necesita consenso. Funciona con lo básico, se mezcla con tonos neutros, pero nunca pierde su carácter. Combinado con blanco crema, actúa como un soplo de aire fresco; con marrón chocolate, se vuelve profundo y seguro. Con negro, huele a minimalismo arquitectónico, y con lavanda, adquiere un tono casi poético.
Si lo incluyes en un conjunto, dale espacio. No le teme a los contrastes, pero los elige con sabiduría. Un punto suave en tono neutro, un bolso verde… y ya tienes un equilibrio que no parece forzado, sino experimentado. En conjuntos de noche, le gusta destacar con detalles dorados, y en conjuntos de día con texturas: satén, abrigos de lana, seda. Como un buen amigo, sabe ser el centro de atención, pero nunca compite.
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Usamos el verde no como un color, sino como una declaración de intenciones. Dice algo de ti incluso antes de hablar. El verde no es un color caprichoso. Combina con la mayoría de los colores primarios, pero muestra su máximo poder cuando lo dejas respirar. El efecto es similar al de un buen perfume: menos es más, pero debe ser preciso.
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- Monocromo en tonos neutros + bolso verde
- Blusa verde satinada + pantalón ancho beige
- Abrigo de lana marrón chocolate + zapatos de tacón verdes + bolso a juego
Colores que mejor combinan con el verde:
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- Blanco, lechoso y ópticamente transparente, para una mayor nitidez
- Negro – para contraste gráfico
- Burdeos, ciruela y rojo vino – para profundidad
- Lavanda – para un toque poético
- Platino plata u oro antiguo – para un brillo nocturno
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Y ahora, un bolso que completa la tendencia.
Si solo hay una pieza para actualizar tu armario para el otoño de 2025, debería ser esta Bolso pequeño y estructurado en color verdeCon ello envías un mensaje claro: sigo la tendencia, pero tengo mi propia dirección.
Estos bolsos, los vimos en The Row, Loewe, COS y APC Casi parecen esculturas. Pequeñas, robustas, a menudo con líneas rectas y detalles minimalistas. ¿Material? Cuero mate, cuero cepillado o ante suave. Llévalas en la mano o con una correa fina al hombro, según el momento.
En una época en la que los bolsos oversize pierden su forma y significado, el pequeño bolso verde cobra protagonismo. Es práctico, considerado y visualmente limpio.
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Conclusión: El amarillo fue una fase. El verde es el futuro.
Las tendencias van y vienen, pero algunos colores perduran. En otoño de 2025, el verde vibrante será el color que cambie las reglas. Será el color de las mujeres que ya no buscan la moda llamativa, sino un estilo que resuene discretamente y de forma duradera.
¿Amarillo mantequilla? Se merecía sus cinco minutos. Pero ahora es hora de algo más fuerte, más actual y, sobre todo, más... verde.