Los coches de la conexión rumano-francesa de Dacia y Renault se encuentran sin duda entre las compras más asequibles y, como tales, un excelente remedio para tiempos económicos inciertos. Esto también se aplica a la lijadora de prueba, que contaba con un paquete de equipamiento laureate plus más completo, que también incluye aire acondicionado, movimiento eléctrico de todos...
Los coches de la conexión rumano-francesa de Dacia y Renault se encuentran sin duda entre las compras más asequibles y, como tales, un excelente remedio para tiempos económicos inciertos. Lo mismo se aplica a la lijadora de prueba, que contaba con un paquete de equipamiento laureate plus más rico, que también incluye aire acondicionado, movimiento eléctrico de todas las ventanillas y una radio con soporte para MP3. La lista de equipamiento adicional incluía también cuatro airbags y equipamiento SUV, que confería a la lijadora de pruebas un aspecto más robusto. Como nos subimos al Dacia sin expectativas, nos sorprendió gratamente en muchos sentidos. Por supuesto, estas sorpresas fueron muy fáciles desde el punto de vista de un coche más prestigioso, porque en alguna parte hay que conocer los bajos costes de fabricación de un coche. Ya nos sorprendió el cierre remoto, sin mencionar el aire acondicionado y los elevalunas eléctricos; de alguna manera no los esperábamos. En cuanto a la propulsión, cabe destacar que está impulsado por el probado motor Renault de 1,4 litros, que por lo demás no ofrece excesivos placeres deportivos: es bastante vivaz hasta una velocidad de 100 km/h, pero luego "se acaba". Y los asientos tampoco son el máximo confort.