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¿Qué siente realmente tu perro cuando lo dejas solo en casa? Primero el shock, luego...

Foto: envato

Cada vez que cierras la puerta y sales de casa, tu perro se queda solo con sus pensamientos. Se podría pensar que simplemente pasa unas horas en silencio, pero su experiencia es mucho más profunda. ¿Él entiende a dónde fuiste? ¿Sabe cuándo volverás? ¿Acaso percibe el tiempo igual que lo hacemos los humanos?

Su comportamiento cuando regresa revela más de lo que imagina. Algunos perros saltan de alegría, otros gimen y otros se tumban a tu lado, como si no quisieran demostrarte lo mucho que te extrañan. Pero ¿qué pasa realmente por su mente durante esas largas horas cuando estás ausente?

La soledad que no entiende

Los perros son criaturas naturalmente sociales que, a través de la evolución, han desarrollado un fuerte apego a su familia humana. En la naturaleza, los perros nunca están solos, siempre están en compañía de su manada. Cuando lo dejas solo, su mundo de repente queda vacío. Los sonidos que asociaba contigo (tu voz, tus pasos, tu movimiento por el apartamento) desaparecen.

La primera reacción de muchos perros es la anticipación. Se quedan junto a la puerta, se sientan junto a la ventana o caminan por el apartamento como si buscaran respuestas. Su fuerte sentido del olfato los lleva a tu ropa, tus mantas, tu cama, donde aún pueden oler tu aroma. Esto les ofrece cierto consuelo, pero al mismo tiempo les confirma que realmente no estás ahí.

Triste. Foto: Freepik

Para los perros, el tiempo es un concepto abstracto. No cuentan los minutos ni las horas, sino que experimentan tu ausencia a través de un sentimiento: primero esperanza, luego duda y, a veces, hasta resignación al destino de tu marcha.

¿Cómo pasan el tiempo?

Cada perro tiene su propia forma de afrontar la soledad. Algunos se adaptan rápidamente y encuentran comodidad en las rutinas familiares, mientras que otros experimentan cada minuto como una nueva espera por su regreso.

Perros que son acostumbrado a la soledad, pasa rápidamente a un estado relajado. Se acurrucan en su cama, huelen la manta donde te sentaste ayer y se dejan descansar. El sueño se convierte en su forma de pasar el tiempo.

Otros perros pero necesitan algo que ocupe sus mentes. Comienzan a explorar el apartamento, a masticar juguetes y a escuchar los sonidos del mundo exterior. El sonido de un coche delante de la casa o pasos en el pasillo pueden despertarlos momentáneamente de su soledad. Se preguntan: ¿ya has vuelto?

Travieso. Foto: Freepik

Algunos perros incluso desarrollan rituales especiales. Cuando no estás cerca, pueden hacer cosas que de otra manera no harían, como visitar rincones a los que no les está permitido ir o recostarse en un sofá que no les está permitido usar.

Un perro soñando contigo

Cuando finalmente caen en un sueño profundo, algo interesante sucede en sus cerebros. Igual que la gente también sueño de perros. Sus cerebros procesan eventos diarios y, aunque no podemos saber exactamente qué ven en sus sueños, las investigaciones muestran que a menudo sueñan con cosas cercanas a ellos.

Cuando duermas suavemente Mueven sus patas, como si estuvieran corriendo, o chirrían levemente, tal vez estén corriendo hacia ti en sus sueños. Los recuerdos de un paseo matutino, el olor del parque, jugar con la mano: todo esto puede reflejarse en su mundo de sueños.

Los perros sueñan de manera diferente a los humanos, pero una cosa es segura: tú eres una parte importante de sus sueños.

Cuando la soledad se convierte en angustia

No todos los perros están igualmente bien adaptados a la soledad. Algunos tienen más problemas con su ausencia y pueden desarrollar signos de estrés. En lugar de calmarse, se vuelven inquietos.

Pensando - Foto: Freepik

Un perro así puede empezar a caminar de un lado a otro del apartamento, arañando la puerta o emitiendo sonidos que expresan su angustia. Los aullidos y los gemidos no son un signo de desafío, sino más bien de malestar interior. Su cuerpo está tenso, pero su mente está centrada en una sola pregunta: ¿dónde estás?

A veces el estrés también se expresa en comportamiento destructivo. El perro empieza a morder mueble, rompiendo almohadas o arrojando objetos. No porque sea malo, sino porque encuentra una manera de liberar la frustración en este comportamiento.

También hay casos en los que los perros mueren por estrés. perder el control de la vejiga y dejan charcos inesperados, a pesar de que están completamente enseñados a estar limpios. Su cuerpo simplemente no puede soportar la tensión emocional.

Cuando un perro así finalmente oye tu llave en la cerradura, instantáneamente se transforma en Una explosión de emociones. Su cola se vuelve loca, sus ojos se iluminan, salta a tus brazos. Todo lo que experimentó en tu ausencia desaparece en el momento en que estás con él nuevamente.

Eres su mundo.

Feliz. Foto: Freepik

No eres sólo un cuidador de un perro. Eres su hogar, su seguridad, su motivo de alegría. Cada momento que están juntos es especial para él. Cuando no estás, te está esperando. Cuando duerme, sueña contigo. Cuando regresa, su alegría es inconmensurable. Esta no es solo una reacción aleatoria: es una prueba de que eres invaluable para él.

No importa cuánto tiempo estés lejos, Esperando con ansias cada momento que pueda pasar contigo. Tu olor, tu voz, tu presencia: eso es todo lo que necesita.

Cada vez que cruzas la puerta para abrazarlo nuevamente, demuestras que su espera tenía sentido. Y eso es todo lo que un perro quiere: estar contigo, compartir su mundo contigo y amarte incondicionalmente.

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