Amar. Una palabra que utilizamos todos los días, pero que rara vez comprendemos plenamente su significado. Pero, ¿qué es el amor cuando quitamos el velo romántico y lo miramos con ojos profundos? En un poema atribuido al poeta místico Rumi, el amor no se limita al corazón o la mente: él dice que ama con el alma. Palabras atemporales que nos invitan a reflexionar sobre la verdadera naturaleza del amor y sus verdaderas profundidades.
Cuando hablamos de amor, la mayoría de nosotros automáticamente pensamos en el corazón. El corazón como símbolo de emociones, romance, tal vez incluso ensoñaciones ingenuas. Sin embargo, los verdaderos poetas, filósofos y místicos como Rumi parecen percibir el amor en un nivel mucho más espiritual. Este poeta, que vivió en el siglo XIII, nos enseña que el verdadero amor se extiende más allá de nuestros pensamientos y sentimientos. Realmente trasciende todas las percepciones terrenales.
rumi dice:
¿Qué significa amar con el alma? ¿Significa esto que el amor verdadero no se limita a la apariencia de alguien o a cómo nos hace sentir? Quizás signifique que el amor verdadero nos lleva a aquello que está más allá de nuestra razón y de nuestro corazón, a algo más grande, algo que tal vez ni siquiera seamos capaces de explicar racionalmente.
Un amor que no está condenado al olvido.
La sociedad moderna nos enseña a menudo que el amor es fugaz. Como las flores que se marchitan con el tiempo, el amor puede marchitarse si no se cuida. ¿Cuántas veces escuchamos que alguien “se enamoró” y luego “se desenamoró” otra vez? Pero si el amor no se limita al corazón o a la mente, ¿puede incluso ser fugaz? Rumi nos recuerda que el amor que sentimos con el alma trasciende los límites de la mortalidad. No depende de los sentimientos fugaces y las fluctuaciones que sentimos en la vida cotidiana.
Amar con el alma significa amar sin expectativas, sin miedo, sin necesidad de controlar. Es un amor tranquilo y estable, ya que no está conectado a influencias externas. Se podría decir que el amor con el alma es esa forma de amor que no teme desaparecer, aunque no sea visible en el exterior. Es un amor que trasciende la presencia física, el tiempo y el espacio.
Cuando el corazón y la mente olvidan
Muchos tienen miedo de perder la memoria, tienen miedo de olvidar a un ser querido, sentimientos, experiencias. Pero Rumi nos tranquiliza con su poesía: si amamos con el alma, nuestro amor nunca se pierde. Podemos olvidar el rostro de un ser querido, también podemos olvidar los recuerdos que hicimos con él, pero el sentimiento que trae el amor con el alma permanecerá para siempre.
Este amor es casi como un ancla dentro de nosotros. En momentos de duda, en momentos en que nuestros pensamientos se confunden con recuerdos y dolor, cuando nuestro corazón sufre por la pérdida, el alma nos atrae de regreso a este amor. No porque debamos hacerlo, sino porque estamos conectados con ella en el nivel más profundo posible.
Amor más allá del ego
Amar con el alma también significa l.amar sin expectativas, sin condiciones. En un mundo donde el amor suele estar condicionado por los logros, la belleza o la riqueza, Rumi nos recuerda la naturaleza incondicional del amor. El alma no conoce la avaricia, ni los celos, ni el egoísmo. Amar con el alma significa amar de una manera que trasciende nuestro ego, nuestra necesidad de validación. Es un amor completamente libre de expectativas y exigencias.
Este tipo de amor es raro, pero no imposible. Es como un soplo de aire fresco en un mundo a menudo saturado de conexiones superficiales y fugaces. Nos invita a encontrar este amor tranquilo y profundo dentro de nosotros mismos y expresarlo en las relaciones, sin necesidad de constantes confirmaciones y elogios. Si amamos con el alma, nuestro amor es suficiente en sí mismo.
La búsqueda del amor de Rumi en el mundo moderno
El mundo moderno nos enseña que el amor es algo que se encuentra y se pierde, algo que debe tener comienzos dramáticos y finales igualmente dramáticos. Pero Rumi nos recuerda que es El verdadero amor es silencioso, atemporal, constante. – no está ligado a recuerdos ni a imágenes, sino a una conexión interior profunda. Ese amor está libre de obstáculos externos, trasciende la mente y el corazón y se ancla directamente en nuestra alma.
Cuando amamos con el alma, amamos más allá del ego, más allá de los miedos, más allá de nuestras propias limitaciones. Y quizás, precisamente en este mundo donde todo es tan temporal, necesitamos más esta forma de amor: tranquilo, estable y profundo. El verdadero desafío es cómo encontrarlo y, lo que es aún más difícil, cómo mantenerlo en tu corazón y en tu vida.