Preparar un pollo perfectamente asado requiere sólo unos pocos trucos básicos y un poco de precisión en el tiempo y la temperatura. La clave del éxito es preparar bien el pollo, ajustar el tiempo de cocción según su peso y conseguir que la piel quede crujiente utilizando las técnicas correctas.
¿Te gusta el pollo asado?
Su popularidad se debe a su sencilla preparación, a la posibilidad de combinar varias especias y, por supuesto, a su jugosa carne, que gusta a casi todo el mundo. Pero a pesar de que asar un pollo parece fácil, muchas personas se enfrentan al problema de cómo lograrlo. piel crujiente perfecta, sin que la carne quede seca o poco cocida horneado.
Para que el resultado sea óptimo es fundamental que conozcas algunas trucos y ajustes correctos de tiempo y temperatura para asar pollo.
Preparar el pollo antes de hornearlo
Lo primero que debes hacer para obtener el asado perfecto es asegurarte de utilizar pollo preparado adecuadamente. Si lo sacaste del congelador, lo necesitas antes de hornear. descongelar completamente.
El mejor método para hacer esto es colocarlo en el frigorífico durante al menos 24 horas, ya que esto reduce la posibilidad de que se caliente demasiado rápido en la encimera y se vuelva susceptible al desarrollo de bacterias.
No se recomienda asar pollo que aún esté congelado., porque debido al calentamiento desigual, la capa exterior de la carne se cocinará demasiado rápidamente, mientras que el interior permanecerá crudo.
El proceso de preparación del pollo para asar.
Antes de meterlo en el horno, límpialo bien y sécalo con una toalla. Esto ayudará a que la piel adquiera un bonito color dorado mientras se hornea.
Un pollo que pesa alrededor de 1 kilogramo., necesita aprox una hora y diez minutos de horneado a 200 grados centígrados.
Para garantizar más piel crujiente, enciende los últimos diez minutos de horneado. función de parrilla, que además horneará la piel a la perfección.
Si tu horno no tiene función grill, puedes hacerlo mientras asas el pollo. vierta cerveza varias veces, lo que contribuirá a un exterior crujiente.
Asa un pollo más pesado
Si pesa más de un kilogramo, será necesario ajustar ligeramente el tiempo de horneado. Como regla general, por cada 500 gramos adicionales de pollo, debes aumentar el tiempo de horneado unos 15 minutos. Para conseguir un resultado perfecto, comprueba periódicamente si está lo suficientemente cocido.
Papel de aluminio es una excelente herramienta para evitar que la carne se seque durante el horneado, ya que retiene la humedad. Cubre el pollo con papel de aluminio durante la mayor parte del tiempo de horneado, luego retíralo durante los últimos diez minutos para que la piel quede dorada y crujiente.
Asar trozos de pollo individuales
Si no se asa el pollo entero, sino sólo sus partes individuales, por ejemplo muslos o pechugas, el tiempo de asado es mucho más corto. muslos de pollo normalmente se hornean en aprox. 30 minutos a 200 grados centígrados, y se recomienda hornearlas durante 15 minutos por cada lado. De esta forma quedarán uniformemente asados y crujientes, mientras que al mismo tiempo la carne quedará suave y jugosa.