En algún lugar entre los lagos turquesa y las colinas esmeralda de la Carintia austriaca, donde el aire huele a pinos y las uvas se bañan bajo un sol radiante, se encuentra un destino que es más que una simple bodega: es un manifiesto cultural, un palimpsesto histórico y una aventura gastronómica. Ubicado en un castillo medieval restaurado del siglo XII, Weingut Taggenbrunn ofrece una experiencia que va más allá de las clásicas rutas del vino. Es un lugar donde cada gota de vino lleva la huella del terroir, cada plato cuenta una historia y cada habitación susurra el eco de siglos.
Restaurado con amor, inversión y visión estética por la familia Riedl, fundadores de la prestigiosa marca de relojes Jacques Lemans, el castillo Taggenbrunn Hoy en día, un templo del placer. La bodega, los viñedos, un restaurante de primera categoría, un hotel boutique e incluso un museo de arte se conectan en una narrativa que, lenta pero apasionadamente, revela todo, desde la mineralidad del Pinot hasta la filosofía del tiempo. Nada se deja al azar: aquí cada experiencia está cuidadosamente diseñada para cautivarte.
Ver esta publicación en Instagram
Poesía del vino en las terrazas bajo el castillo
Los viñedos de Weingut Taggenbrunn se extienden por 45 hectáreas de laderas soleadas, que abrazan el castillo como una armadura de cobre verde. El microclima, donde se unen las influencias alpinas y mediterráneas, permite el cultivo de variedades que no encontrarían el mismo equilibrio en otros lugares. Toda la cosecha se realiza a mano, respetando la tradición y la sostenibilidad.
Ver esta publicación en Instagram
Elegancia brutal en el vino espumoso Jacques Paagnier
El vino espumoso Jacques Paagnier Brut Nature, que lleva el nombre del fundador de una dinastía relojera, es una elegante elegancia en botella. Sin azúcar residual, este Brut revela todo lo que otros ocultan: intensa mineralidad, notas de levadura y elegancia seca. El acompañamiento ideal para un aperitivo al atardecer junto a las murallas del castillo o para iniciar una cena slow food bajo los arcos renacentistas.
Ver esta publicación en Instagram
El encanto de Jezeršek en un plato de castillo
El restaurante está dirigido por el equipo de la reconocida casa culinaria eslovena Jezeršek, quienes transformaron el Castillo de Taggenbrunn en uno de los mejores restaurantes de la región. El menú es de temporada, de inspiración local y se sirve con un toque artístico. Paté de conejo con gelatina de pinot, pato salvaje con jugo de arándanos y mousse de castañas con sirope de reducción de uva: cada bocado es un homenaje al paisaje que te rodea.
Ver esta publicación en Instagram
Noche entre los muros del tiempo – Hotel boutique Taggenbrunn
Cuando el día en Carintia termina con el rojizo atardecer, la vida en el Castillo de Taggenbrunn no se calma, sino que cambia de ritmo. El atrio del patio, misteriosamente iluminado, resplandece con la cálida luz de los faroles, y los senderos conducen a uno de los hoteles más íntimos de Austria. Este hotel boutique, ubicado dentro del complejo del castillo, está diseñado para quienes buscan elegancia discreta y autenticidad en el lujo.
Cada habitación es una historia en sí misma: diseñada con materiales naturales, con predominio de la madera clara de alerce suizo, suaves tonos de la naturaleza y una vista que no necesita cortinas. En lugar de un televisor, la vista a los viñedos y a las lejanas montañas Karavanke ofrece una auténtica relajación visual. Nada es recargado ni kitsch. Todo se sincroniza con el ritmo del paisaje.
Ver esta publicación en Instagram
Las habitaciones no son solo lugares para dormir; son santuarios, donde los libros con ensayos de arte sustituyen a los folletos de hotel, donde los baños con detalles de mármol ofrecen un ambiente de spa y donde cada rincón invita a la relajación. Una botella de vino de la casa en la mesa no es un simple reclamo, sino una invitación a socializar con el vino, con los pensamientos y contigo mismo.
Por la mañana, le recibirá un desayuno que podría describirse como un bistró local con un gran sentido de origen. Quesos frescos de los pastos de Carintia, mermelada casera de uvas de la finca, pan de una panadería local que aún hornea pan en horno de pan y, por supuesto, vino espumoso, si el día puede empezar con buen pie.
El hotel no es solo un lugar para descansar, sino una parte integral de la experiencia Taggenbrunn. Tras un día explorando el arte, degustando vinos y disfrutando de la gastronomía, regresa a una habitación que no interrumpe la historia, sino que la continúa suavemente hasta la noche.
Cuando un castillo se convierte en una galería del tiempo
Taggenbrunn no es solo un viñedo, sino también un espacio artístico. La exposición «Zeiträume» del artista Andrej Heller explora los temas del tiempo, la duración y la responsabilidad ecológica. Instalaciones que aprovechan las estancias y la luz del castillo transforman la visita en una meditación sobre la fugacidad. Se trata de una cultura que no se exhibe, sino que te conmueve silenciosamente.
Ver esta publicación en Instagram
Conclusión
Weingut Taggenbrunn no es para quienes solo buscan una cata de vinos. Es para quienes desean sentir la tierra bajo sus pies, escuchar la historia en la copa y experimentar lo que significa combinar la estética espiritual y física. El castillo, que antaño protegía de los enemigos, hoy invita a quienes buscan belleza, paz y un sabor inolvidable.
Si estás buscando tu próximo destino donde el vino se encuentra con el arte y la historia ama la naturaleza, lo acabas de encontrar.