¿Cómo es posible que estés aquí, pero no te siento? ¿Por qué tus palabras pierden fuerza incluso cuando las oigo? ¿Por qué la cercanía se convierte en distancia, aunque no hay un solo paso entre nosotros? Cuando estás frente a mí, me parece que te miro a través de ti. ¿Adónde has ido, aunque nunca te fuiste?
Nos despertamos en la misma cama, pero la cercanía se desvanece. Me tocas, no me importa. No porque no te quiera, sino porque hay un vacío oculto entre nuestras caricias que ya no puedes llenar.
Una vez me miraste y supe que me veías. Hoy nos miramos el uno al otro, como buscando algo que quedó atrás.
No extraño tu cuerpo. Extraño la sensación de tenerte como interlocutor. Ser mi aliado. Ser quien realmente me comprende incluso antes de que yo pronuncie un pensamiento. Ahora nos sentamos juntos como desconocidos. Te cuento cómo me fue el día y asientes, sin escucharme.
Respondes sin interés, sin preguntas. Me siento a tu lado y grito por dentro, pidiendo tu atención. No después de los cumplidos. No con grandes palabras. Solo con la sensación de que estás aquí, conmigo, no solo a mi lado.
Toques sin significado
Una vez me tomaste de la mano como si fuera algo precioso. Hoy ya no lo haces. Simplemente estás ahí. El beso que intercambiamos antes de irnos a dormir se ha convertido en un punto a marcar en nuestra lista.
Y cada vez es más difícil. Porque sé cómo era antes. Tu abrazo ya no me abraza.Pero se te resbala. Antes me conocías como a tu propio aliento. Hoy me preguntas qué me pasa solo cuando me encierro por completo en mí misma.
Nos dejamos llevar por un ritmo que no nos notaba. Todo lo que hacemos está bien. Cocinamos, compartimos tareas, hablamos de planes. Pero entre líneas, en estas tareas... Ya no hay emociones. Solo cooperación..No más conexión.
Quiero más que eso. Quiero una mirada que se detenga en mí. Una palabra que me conmueva. Un momento que perdure. Y sé que sigues siendo tú, tú. Pero es como cambiar tu corazón por un horario. Todo transcurre con fluidez, pero sin un ritmo real. No quiero una relación que mantengamos solo porque "es tan perfecto". Quiero que me toques con tu alma otra vez.
Fatiga sin palabras
No busco drama. No necesito explicaciones. Solo honestidad. Un momento para mirarme a los ojos y admitir que tú también sientes que algo se desmorona. Que el silencio entre nosotros no te deja indiferente. Que te das cuenta de lo a menudo que... Entras en tus propios pensamientos en lugar de quedarte conmigo. Extraño la chispa. Extraño esa vibra que teníamos cuando todo era nuevo, pero nada artificial. Y no quiero volver al principio. Quiero continuar.Pero si ya no estás en esta historia, sé lo suficientemente valiente para admitirlo.
Sé que todavía estás aquí, pero ¿dónde estás?
Te extraño. Ni cuando estás en el trabajo. Ni de noche cuando duermes. Te extraño durante una fraseDurante una pausa en la conversación. Durante el viaje, cuando guardamos silencio. Ahí es cuando más siento que ya no estás.
Quizás todavía tengamos una oportunidad. Pero no si nos quedamos callados. No si solo intentamos estar "bien". No si nos hacemos el tonto mientras nos perdemos.
Pero si ya te fuiste, al menos ya no estés frente a mí como una ilusión. ¡Déjame extrañarte de verdad, no en tu presencia!