Mmm, sandías. Con el calor que hace, parece que podríamos comernos una sandía entera. Pero ¿de verdad podemos comer sandía sin preocuparnos? ¿Hay algún momento en el que deberíamos decir "basta"?
¿Realmente importa cómo comemos? sandía? El verano no está completo sin un gran, rodajas de sandía fríasDulce, refrescante y agradablemente ligera, nos tienta a disfrutarla sin restricciones. Mucha gente cree que es simplemente agua con un toque de vitaminas, lo cual no hace daño.
Cuando comemos sandía en cantidades excesivas, puede empezar a dolernos silenciosamente. para sobrecargar el metabolismo y dar lugar a problemas inesperados.
Fructosa, un azúcar que no siempre es inocente
La sandía tiene un alto contenido de fructosa, un azúcar natural de la fruta. Aunque parezca completamente seguro, el exceso de fructosa puede provocar la acumulación de grasa en el hígado. El cuerpo la procesa de forma diferente a la glucosa.
El consumo excesivo aumenta la probabilidad de que la energía que no se utiliza se almacene y se acumule en las zonas más sensibles. Esto puede alterar la sensación de saciedad y provocar antojos de comida con mayor frecuencia.
Un hábito aparentemente inocente –comer media sandía en verano– puede llevar a... aumento de peso corporal y metabolismo más lento.
¿Qué significa “demasiada sandía”?
En un adulto sano, unas cuantas rebanadas (unos 300–500 g) Generalmente no causa ningún problema de inmediato. Sin embargo, si comes incluso una sandía grande en un día, tu cuerpo podría reaccionar con una sensación de pesadez en el estómago y un cambio en el equilibrio electrolítico (debido a que la sandía contiene mucho potasio y agua).
Personas que tienen enfermedad renal, diabetes o una dieta con ingesta limitada de líquidos, deben consultar previamente con su médico sobre la cantidad de sandía que pueden consumir.
¿Qué pasa con los niños?
Lo mismo se aplica a los niños. La regla de la moderación. Una o dos rebanadas son suficientes para refrescarse, pero excederse puede causar dolores de estómago o diarrea porque los sistemas digestivos de los niños tienen más dificultades para procesar grandes cantidades de fruta cruda a la vez.
¿Cómo disfrutarlo sabiamente?
Coma sandía como parte de una comida o un bocadillo, no con el estómago vacíoSi eres sensible. Aunque refrescante, no debe sustituir tu ingesta habitual de líquidos (el agua sigue siendo la mejor fuente de hidratación). Si notas que grandes cantidades te causan molestias, consume porciones más pequeñas varias veces al día.
Los beneficios que hacen que la sandía siga siendo valiosa
Una cantidad moderada de sandía aporta numerosos beneficios. Una rebanada cubre aproximadamente una cuarta parte de tus necesidades diarias de... vitamina C, que fortalece el sistema inmunitario y favorece una piel sana. También contiene vitamina A para una buena visión y protección contra infecciones, además de antioxidantes que retrasan el envejecimiento.
La citrulina presente en la sandía ayuda relajar las paredes vasculares y puede tener un efecto beneficioso sobre la presión arterial. Su alto contenido de agua favorece la hidratación.
Sin embargo, debe ser parte de una dieta equilibrada, no la comida entera.