Las películas francesas no tienen por qué ser conocidas sólo por los apasionados francófilos. También deberías conocer estas maravillas de la cinematografía, ya que también son la inspiración para los grandes éxitos de taquilla mundiales. Aquí están las 10 mejores películas francesas que hay que ver.
Le Fabuleux Destin d'Amélie Poulain (Amélie, 2001)
Amélie vive en su propio mundo en medio de París. Bajo la influencia de la muerte de su madre y las frías emociones de su padre, se interesa por cosas pequeñas: hornear pastelitos, hundir las manos en un recipiente de semillas, pensar en cuántas personas en la ciudad están teniendo un orgasmo en ese momento.
Jules y Jim (Jules y Jim, 1962)
En París antes de la Primera Guerra Mundial, la amistad une a Jules, un alemán, con Jim, un francés. Los bohemios despreocupados se convierten en amigos inseparables que comparten todo en la vida, incluidas las mujeres. Fascinados por la fotografía de una estatua de una mujer con una sonrisa misteriosa, conocen a una joven, Catherine, con la misma sonrisa. Se desarrolla un triángulo amoroso entre el trío, que dura dos décadas, que ni siquiera es interrumpido por la guerra. Un clásico inmortal del cine y al mismo tiempo una de las más bellas historias de amor plasmadas en el cine.
La Haine (1995)
Hate es un drama crudo y descarnado sobre un grupo de jóvenes de diferentes razas de un barrio sórdido de París que deciden vengarse de la policía por golpear brutalmente a su amigo.
Les quatre cents coups (400 golpes, 1959)
Antoine es un niño en la encrucijada de crecer. En su búsqueda del camino correcto, nadie lo escucha, y su incomprensión de su entorno lo lleva a problemas cada vez más profundos. La ópera prima de François Truffaut es una de sus películas más personales ya la vez una de las más bellas. Es una historia sobre la juventud, cuando las preguntas a las que el niño no puede encontrar respuestas se abren más ampliamente.
La vida de Adèle (2013)
La audaz narración de la relación apasionada entre una sensible chica de secundaria y una estudiante de arte de espíritu libre le valió al director y a las actrices principales la Palma de Oro en el último festival de Cannes. Las revistas Cahiers du cinéma y Sight & Sound otorgaron a la película el tercer lugar en la lista de las mejores películas de 2013.
LEE MAS: Los diez mejores directores de cine italianos
Bella de día (1967)
La joven y bella Séverine recibió en su juventud una estricta educación católica pequeñoburguesa. El matrimonio con el médico parisino Pierre no trajo cambios en su vida, aunque esperaba lo contrario. Ella trata de liberarse escapando al mundo de las fantasías eróticas animadas, pero estas la satisfacen solo por un corto tiempo. Decide hacer un cambio radical en su vida: cada tarde, se transformará en una 'belleza del día', una prostituta que cumple hasta los deseos más insólitos de sus clientes...
Le Dîner de Cons (1998)
Pierre Brochant (Thierry Lhemitte) y su grupo de dignatarios parisinos organizan cenas semanales muy especiales: compiten entre sí para encontrar y traer al tonto más grande, y al final de la velada eligen al peor. Brochant cree que ha conseguido a su 'campeón mundial' de esta manera cuando su 'cazador tonto' rastrea a François Pignon.
Caché (Oculto, 2005)
Georges, el presentador de un popular programa de televisión sobre literatura, y Anne, una editora literaria, encuentran un día un paquete misterioso en la puerta de su casa en París. Contiene una cinta de video de la entrada a su casa y el dibujo de un niño de una cara ensangrentada. En los días siguientes llegan nuevos paquetes, las grabaciones se relacionan cada vez más con su privacidad.
Intocables (Amigos, 2011)
Las vidas del rico noble Phillip y el pobre criminal Driss no podrían ser más diferentes, pero el destino entrelaza sus caminos. Phillipe discapacitado está buscando un cuidador y se encuentra con Driss entre los solicitantes. Realmente no quiere el trabajo, solo quiere cumplir con las condiciones para recibir beneficios sociales, por lo que trata de retratarse a sí mismo de la peor manera posible. Pero a Phillip le gusta la espontaneidad de Driss, así que lo contrata, y su desconfianza inicial se convierte lentamente en una amistad sincera.
À bout de souffle (Hasta el último aliento, 1960)
Belmondo roba un coche, mata a un policía y luego, cuando no se esconde con Jean Seberg, persigue a sus deudores en París. Está en el medio con Seberg, un estudiante estadounidense en París, que está persiguiendo personajes famosos y una carrera periodística. Se aman, pero los años sesenta están comenzando, demasiado salvajes para un amor realmente lento. Es necesario continuar, hasta el último suspiro. La película representa el manifiesto mismo de la Nueva Ola francesa.