Toda historia de amor es especial y no todo amor puede caracterizarse por las mismas características, que es precisamente la belleza de las relaciones humanas.
Con base en las diversas terapias que los psiquiatras han realizado con personas de todo el mundo, han llegado a la conclusión de que las relaciones amorosas pasan por tres etapas de progreso inevitable, que son iguales para todas las personas.
Es simplemente un proceso de crecer y madurar la relación en la que nos encontramos, así como nosotros como persona ajustándonos a las necesidades de nuestra pareja hasta alcanzar el equilibrio ideal.
¡Aquí están las tres etapas de una relación que no se puede evitar!
1. Amor y armonía absoluta
La primera fase de una relación que nos mantiene cerca de nuestra pareja y en la que disfrutamos es sin duda el amor y la armonía absoluta, es decir, el período en el que admiramos las cualidades positivas de nuestra pareja y lo conocemos día a día. No hay razón para no disfrutar de esta fase de una relación. Aprovecha cada momento positivo y demuéstrale a tu pareja cuánto se le quiere. Poco a poco vamos conociendo a la persona con la que estamos en una relación, y la relevancia de este período depende de nuestras expectativas, deseos y actitudes, así como de la calidad y atención que nos brinde la otra persona.
La fase de enamoramiento dura hasta tres años, después de los cuales conocemos el otro lado de la personalidad de nuestra pareja.
Despertar
La etapa de vigilia puede ser dolorosa para las personas que no son el uno para el otro. Muchas parejas se dan cuenta de las cualidades negativas de su pareja y se dan cuenta de que no es la persona para ellos. Después de que pasa el enamoramiento inicial, vemos los lados negativos de nuestra pareja: no tiene que ser un comportamiento negativo hacia nosotros, pueden ser defectos en la apariencia física, el estado mental, los negocios y las actividades sociales. Es este período el que puede distanciarnos por completo de ciertas personas y mostrarnos que estas no son las personas con las que queríamos pasar toda nuestra vida.
Por otro lado, puedes reconocer las malas cualidades de tu pareja, experimentar una increíble cantidad de estrés y confusión que afectará tu vida, pero no querrás separarte de él. Estarás buscando una manera de decirle a tu ser querido lo que te estás perdiendo con la esperanza de que se convierta en una versión aún mejor de sí mismo.
Mientras tanto, es probable que tu pareja también sea consciente de los aspectos negativos de tu personalidad y quiera señalar cómo te sientes para convertirte en una persona aún mejor.
Este es un punto de inflexión porque cierto número de personas no quieren avanzar, no están lo suficientemente abiertas para avanzar en este momento, y perciben los deseos sinceros de su pareja como un ataque a su personalidad, y así se produce la ruptura.
Pero si sientes amor, entonces es lógico que la persona amada quiera que seas aún mejor y que despiertes todas tus potencialidades. ¡Prepárate para cooperar y progresar!
Crear una relación amorosa duradera y productiva
Cuando superamos la fase tensa de una relación amorosa, tenemos nuevas metas y deseos por los que luchamos junto a nuestra pareja. Descubrirás un nuevo potencial en tu pareja y le animarás a cumplir los deseos de sus hijos, montar su propio negocio o empezar a entrenar juntos y llevar tu aspecto físico a la perfección. Estos son solo algunos ejemplos, el objetivo es inspirarnos mutuamente todos los días y animarnos abiertamente a convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos. Al final del día, orgullosamente regresan el uno al otro, hablan de sus sentimientos, esperanzas y miedos.
Solo una relación en la que ambos avanzan y hablan abiertamente puede lograr el verdadero amor y la seguridad, que es dos veces más fuerte que el enamoramiento y no tiene barreras.