Hemos elegido tres destinos europeos donde no hay sitio para coches. ¡Sin coches, no hay problema! Hablamos de destinos donde el turismo sostenible está escrito en sus genes.
Tres islas europeas con su enfoque el turismo sostenible, prefieren peatones en lugar de automóviles. Estos son Hydra en Grecia, Porquerolles en Francia y Lopud en Croacia. Estas islas idílicas ofrecen un escape del ajetreo y el bullicio de la vida moderna y la oportunidad de disfrutar de unas vacaciones tranquilas.
Hidra, Grecia
Hidra acostada el mar Egeo, es una joya escondida conocida por su belleza prístina y el encanto tradicional de la isla griega. Sin automóviles ni vehículos motorizados permitidos en la isla, Hydra ha conservado su atractivo atemporal. Los visitantes pueden pasear por calles estrechas empedradas decoradas con buganvillas y casas encaladas. Explora pintorescos senderos costeros, visita magníficos monasterios y relájate en idílicas playas de guijarros. Los burros son el principal medio de transporte, lo que se suma al atractivo único de la isla.
Porquerolles, Francia
Ubicada a lo largo de la Riviera francesa, Porquerolles es una isla mediterránea prístina conocida por su belleza natural y su mar azul. Como los automóviles están estrictamente prohibidos, los visitantes pueden explorar el paisaje virgen de la isla a pie o en bicicleta. Te esperan playas perfectas con aguas cristalinas, senderos costeros escarpados y viñedos fragantes. Descubra el encantador pueblo con tiendas, cafeterías y la famosa iglesia de Sainte-Anne. Porquerolles es un paraíso para los amantes de la naturaleza con espacios marinos protegidos y una frondosa vegetación.
Lopud, Croacia
Ubicada en el mar Adriático, cerca de Dubrovnik, Lopud es una encantadora isla sin automóviles conocida por sus impresionantes playas, su encanto histórico y su exuberante vegetación. Al bajar del ferry, lo recibirá el aroma de los cítricos y las hierbas mediterráneas. La principal atracción de la isla es la playa de Šunj, un paraíso de arena en forma de media luna ideal para tomar el sol y nadar. Pasee por el pintoresco pueblo adornado con edificios históricos, visite el monasterio franciscano del siglo XV y explore el encantador Jardín Botánico de Lopud. Todo esto, sin la distracción del claxon de un auto.