Dejaré de amarte. Puede que no sea hoy o mañana, pero un día sucederá.
Un día dejaré de soñar contigo. No seré atormentado por pensamientos y los sueños de ti ya no me perseguirán.
Un día dejaré de esperar que vuelvas. No tomaré el teléfono y desearé en secreto que seas tú. Ya no esperaré que vengas de repente y digas que me extrañas. No te buscaré entre la multitud y desearé encontrarme contigo por accidente.
Un día dejaré de extrañarte. No voy a contar cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que hablamos. No me preguntaré cómo estás y si me extrañas. No tendré miedo de que mis amigos me digan que tienes una nueva novia y que eres más feliz que antes.
Entonces no sentiré el vacío que dejaste atrás. Voy a llenar mi vida con las cosas que amo con pasiones que he olvidado y con personas que siempre estarán a mi lado.
Un día dejaré de esperar a que vuelvas.
Seguiré con mi vida y crearé nuevos recuerdos. Voy a lograr todo lo que quiero. Seguiré mis sueños que he anhelado.
Un día me enamoraré de alguien que no seas tú. Ya no te buscaré en todos los que me encuentre. Me voy a enamorar de alguien más. Me daré cuenta de que lo que teníamos era algo especial, pero no irremplazable. Abriré mi corazón, sin miedo y sin restricciones.
Un día dejaré de amarte. Te dejaré ir por completo, completamente y sin reservas. Miraré hacia atrás a nuestro pasado objetivamente y admitiré que hubo días buenos, pero que los malos eclipsaron a los buenos.
Me daré cuenta de que nunca fuiste el indicado para mí. Dejaré de vivir en el pasado y comenzaré a apreciar el presente y entusiasmarme con las brillantes posibilidades que me depara el futuro.
Fuiste una lección y me aseguraré de no volver a cometer el mismo error.
Con el tiempo mejorará, incluso si ese día no es hoy.