¡Limpia tu aire acondicionado! Olvídate del reparador que viene, mira, estornuda y te da una factura. Puede limpiar su aire acondicionado usted mismo, en menos de una hora, con resultados que sentirá tanto en su aliento como en su factura. La limpieza regular supone hasta un 15% menos de consumo energético, una mejor calidad del aire interior y una mayor vida útil del dispositivo. ¿Y aún mejor? No hace falta ser un maestro para hacer esto. Sólo una toalla, una aspiradora y un poco de fuerza de voluntad.
Limpia el tuyo clima! No hay nada peor en verano que un aire acondicionado que sopla más por costumbre que con fuerza. Cuando empieza a soplar una brisa cálida en lugar de un susurro helado, nos preguntamos: "¿Qué está pasando?" Bueno, lo más probable es que no sea nada trágico: solo una capa de polvo, algunas bacterias y tal vez algún trozo de basura de la terraza que terminó donde no debía.
Así que es hora de darle a tu aire acondicionado un mini tratamiento de bienestar: sin sudor (el tuyo) y sin factura (la de la compañía de servicio).
¡Limpia tu aire acondicionado! Pero ¿por qué limpiar? (Pista: se trata de tu dinero y tu salud)
Reducción del consumo: Los filtros limpios permiten que el aire acondicionado respire, lo que significa que hasta 15 % menor consumo de electricidad. Esto no es sólo un número, es un espresso cada tres días que puedes permitirte gracias a ello.
Mayor vida útil: En lugar de que el compresor llore por el esfuerzo después de sólo dos veranos, con una limpieza regular funcionará como un veterano con experiencia, no como un viejo corredor con asma.
Menos costos: ¿Servicio profesional? 50–100€ por visita. ¿Limpiador, un paño y tus manos? Menos de 10€. Matemáticas que convencerán incluso al economista más escéptico que hay en ti.
Aire más limpio: Los filtros transpirables atrapan menos polvo, moho y alérgenos, lo que significa menos estornudos, menos irritación y más "aaaaahs" cuando inhalas.
¿Qué necesitas? (En lugar de una caja de herramientas, una caja de dispositivos inteligentes, limpie su aire acondicionado)
- Guantes y gafas protectoras (porque la seguridad siempre está de moda)
- Un cepillo suave o un cepillo de dientes viejo pero suave.
- Aspiradora con boquilla estrecha (nada industrial, solo un fiel asistente de la sala de estar)
- Limpiador de serpentines en espuma (para que todo funcione sin problemas)
- Balde de agua tibia + paño de microfibra (ese dúo para cada limpieza)
- Destornillador (si la cubierta exterior no sale por sí sola)
El proceso –con cierta determinación y una pizca de ironía–
- Apague el dispositivo. No, en serio. Desde el zócalo. No confiamos únicamente en el botón “OFF”. (Saca la mecha.)
- Filtro: un gran criminal en las entrañas del aire acondicionado.
Retíralo con cuidado, aspíralo (por ambos lados, ¡sin atajos!), enjuágalo con agua y déjalo secar. Si lo pones mojado, es como poner un calcetín en un zapato justo después de la ducha. No lo recomendamos. - Serpentín del evaporador:
Limpie suavemente las lamas (esas cosas plateadas que parecen celosías) con un cepillo. Luego aplique el limpiador con espuma, espere 5 minutos y limpie todo con un paño húmedo. La bobina volverá a respirar, y usted también. - Unidad exterior: el héroe olvidado:
Cubra hacia abajo, aspire a temperatura de funcionamiento, las hojas y el polvo deberían desaparecer. Limpiador + manguera de jardín = una combinación ganadora. Pero no con presión, por favor: no estamos en un lavadero de autos. - Tubo de drenaje:
Si está obstruido, el aire acondicionado llorará hacia el interior de su casa. Utilice un alambre o un paño suave para limpiar la obstrucción. Que el camino de la condensación sea tan claro como el sábado por la mañana. - Reensamblaje y puesta en servicio:
Vuelve a poner todo en su sitio, enciende el dispositivo y deja que soplen vientos frescos.
Efectos de los que no te cansarás
- Factura de electricidad más baja, y te sientes un poco más seguro mirándolo.
- Menos reparaciones, porque no hay nada malo en darle mantenimiento a las cosas con regularidad (¿quién lo hubiera pensado?).
- Aire sin plasticidad, que se asemeja a una habitación de hotel en temporada baja.
- Satisfacción interior, Porque hiciste algo tú mismo y ahorraste dinero al hacerlo.
El orden es una hermosa costumbre, y al clima le encanta.
Limpie el filtro al menos una vez al mes (si tienes mascota, el doble). Limpieza completa de la unidad dos veces al año – al principio y al final de la temporada. No hay excusas. Si tienes tiempo para una serie en Netflix, también tienes tiempo para el aire acondicionado.
Finalmente: Un acondicionador de aire no es solo una caja en la pared: es tu salvador durante el verano. Y si la cuidas como lo harías con tu cafetera favorita, te devolverá fielmente el favor con frescura, frescor y silencio. Limpiar el aire acondicionado es quizás el mejor proyecto de bricolaje que puedes hacer sin ensuciarte el alma, solo las manos. Bueno, no demasiados de estos.