¿Alguna vez has mirado tus cubiertos y te has dado cuenta de que han perdido su brillo y han desarrollado esa deprimente capa grisácea-negra? No es de extrañar: la plata y los utensilios de metal se oxidan con el tiempo, y aunque desearíamos que se limpiaran solos, por desgracia no tenemos más remedio que... bueno, la magia de la abuela. ¿La buena noticia? No necesitas ningún espray milagroso ni pasta especial para este truco. Solo un poco de agua caliente, bicarbonato de sodio y unas cuantas bolas de papel aluminio.
Comestible Los accesorios brillarán en unos minutos.Sin frotar y con el mínimo esfuerzo. Si te has preguntado cómo devolverles el brillo a tus cubiertos antes de la visita de tu suegra, por fin estás en el camino correcto.
¿Qué necesitas?
- 1 litro de agua (o más, dependiendo de la cantidad de utensilios)
- 3 bolas de aluminio (simplemente aplaste el papel de aluminio hasta formar bolitas del tamaño de una nuez)
- 2 a 3 cucharadas bicarbonato
- Olla o un recipiente metálico más grande
- Cubiertos que necesitan restauración
Proceso de limpieza
- Hervir agua en una olla grande.
- Una vez que el agua hierva, agregue de 2 a 3 cucharadas de bicarbonato de sodio y tres bolas de papel aluminio.
- Coloque con cuidado los utensilios en la mezcla hirviendo; asegúrese de tocando el papel de aluminio, ya que esto es clave para iniciar una reacción química.
- Deje los utensilios en la olla durante 5 a 10 minutos, luego retírelos, enjuáguelos con agua limpia y séquelos con un paño suave y seco.
¿Cómo funciona este truco de los cubiertos?
A objetos de plata y de color plata Con el tiempo, se produce oxidación: la superficie se oscurece, se vuelve mate y adquiere un aspecto sucio característico. En este punto, la mayoría de las personas recurren a limpiadores agresivos, que no solo irritan la piel, sino que también pueden dañar la superficie de los utensilios a largo plazo. La abuela decía: “¿Por qué complicarte la vida cuando puedes usar papel de aluminio y bicarbonato de sodio?”
Y tiene razón. Se trata de reacción electroquímica, en el que el aluminio y el bicarbonato de sodio en agua caliente crean un ambiente en el que La capa de oxidación de la plata se transfiere al aluminio.Los utensilios no se “limpian” en el sentido clásico de la palabra – oxidación literalmente moverse¿Y el resultado? Cubiertos de metal puro y brillante que serían la envidia incluso de un buen desayuno de hotel.
¿Por qué este método es mejor que los otros?
Primera vezEs increíblemente sencillo. Probablemente ya tengas todos los ingredientes en casa y podrás lograr el resultado en menos de 15 minutos.
Segunda vezNo tienes que frotar nada. Es cierto que te cansarás más las manos rodando las bolas de aluminio que limpiándolas.
Tercera vez, es esencial más barato y más ecológico de productos comprados que vienen en envases de plástico y contienen productos químicos agresivos.
Conclusión
Si pensabas que unos cubiertos relucientes eran cuestión de limpiadores profesionales o productos caros, deja que este truco de la abuela te convenza de lo contrario. Solo necesitas una olla, algunos ingredientes básicos de cocina y unos minutos de paciencia. Tus cubiertos quedarán como nuevos, o incluso mejor, porque al mirarlos, sentirás que has descubierto un secreto que los grandes electrodomésticos prefieren mantener oculto.