En la vasta extensión de la isla groenlandesa de Uummannaq, muy por encima del Polo Norte, descansan dos esculturas inusuales del diseñador holandés Rob Sweer.
Es un vivac que, en su blancura minimalista de formas modernas, armoniza pintorescamente con el paisaje helado que lo rodea. Pero su secreto fundamental reside en la útil movilidad del trineo, que está instalado en la parte inferior y permite moverse sobre la superficie del hielo.
Pueden proporcionar a un total de 12 personas un refugio de emergencia para descansar, cocinar o dormir en un entorno aislado. Al mismo tiempo, las casas de los trineos invitan a admirar el impresionante panorama a través de numerosas aberturas acristaladas. El proyecto se llevó a cabo en cooperación con cazadores inuit y con el apoyo del Instituto Polar Uummannaq.