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Una pedicura que parece sacada de un salón de belleza, pero que puedes hacer tú misma, en casa, y solo cuesta unos euros.

Foto de : freepik

¿Agenda apretada? ¿Tu esmalte de uñas está medio desteñido? ¿Tus uñas están sin forma, tu piel seca? ¿Tacones apagados? Nada nuevo. Pero eso no significa que tus pies no puedan lucir impecables, suaves e impecables, incluso sin ir a la peluquería.

En el mundo acelerado de hoy, una visita a la peluquería suele ser el último punto de la lista de cosas por hacer, si es que llega el momento. pies bien cuidados No son un lujo. Forman parte de tu bienestar general y de tu confianza en ti mismo. Los pies no necesitan mucho: solo atención regular y unos pasos adecuados.

Las pedicuras en casa se han convertido en la nueva norma, no porque sean una necesidad, sino porque Ofrece libertad. Sin plazos. Sin salas de espera. Sin costos innecesarios. Solo tú, y seis pasos claros para un resultado con aspecto profesional y un aroma a hogar.

Si quieres un look que pueda soportar zapatos abiertos, noches de verano y un paso seguro, sin complicaciones, sigue la guía a continuación.

Baño de pies. Foto: Freepik

Solo necesitas unas pocas herramientas básicas y 30 minutos. En seis sencillos pasos, conseguirás resultados que rivalizan con los de cualquier salón.

1. Preparar el espacio: silencio, orden y todo a mano

Primero, prepara todo lo necesario. Un recipiente con agua tibia, una toalla, un baño de sales o de pies, un exfoliante, una lima, tijeras, un empujador de cutículas, crema y esmalte. Asegúrate de que el ambiente sea tranquilo. Todo lo necesario debe estar a mano para que el proceso sea agradable y sin complicaciones.

2. Baño de pies: suavizante y relajante

Hazte la manicura. Foto: Freepik

Añade sal y unas gotas de aceite esencial al agua tibia. Remoja los pies de 10 a 15 minutos. Este paso suaviza la piel, libera la tensión y prepara las uñas y los talones para el tratamiento posterior. El baño es la etapa básica de cualquier pedicura eficaz: relaja, suaviza y limpia.

3. Eliminación de durezas: suavidad sin exageración

Después del baño, sécate la piel con palmaditas suaves y usa una escofina o piedra. Concéntrate en los talones y otras zonas ásperas. No apliques demasiada presión; el objetivo es suavizar gradualmente la superficie, no dañarla. La regularidad es más importante que la intensidad.

Bébelo, diséñalo. Foto: Freepik

4. Diseño de uñas: limpio, sencillo y preciso.

Córtate las uñas con tijeras o alicates, de forma recta, no redondeada, para evitar uñas encarnadas. Lima en una sola dirección para suavizar los bordes. Retira las cutículas sin cortar. Esto evitará microtraumatismos y preservará la protección natural.

5. Alimentación y masaje: una necesidad, no un mimo

Aplica una crema o aceite nutritivo y masajea tus pies concienzudamente. Concéntrate en los talones, los dedos y el arco plantar. Este masaje no solo es placentero, sino que también favorece la circulación, suaviza la piel y mejora tu bienestar. También se recomienda realizar la pedicura sin esmalte.

Píntate las uñas con tu color favorito. Foto: Freepik

6. Acabado con barniz (opcional): brillo final

Añade esmalte para un look impecable. Usa una capa base, dos capas de color y una capa superior. Elige un color según tu estilo y la temporada. Clásico. RojoBeige suave, verano vibrante o elegancia incolora: cualquier elección es buena siempre que la aplicación sea limpia y el secado sea completo.

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