Las tardes han sido acortadas por las telenovelas desde hace muchos años. Crecimos con ellos y medio sin querer aprendimos español y sus (no siempre) bellas expresiones.
Los guionistas de telenovelas populares tienen una imaginación realmente viva, con la ayuda de la cual nos distrajimos, mejor dicho, de las pantallas de televisión. En cada episodio -suele haber tres dígitos- el nuestro algo les pasa a tus personajes favoritos y así es como se crea el verdadero drama. La fórmula para todas las telenovelas es más o menos la misma: el tiempo fluye de manera diferente a la realidad, pero siempre hay uno ama de casa o sirvienta, que aprendemos durante la telenovela, que ella es la madre de uno de los personajes principales.
¿Qué aprendimos en los noventa?
No hay telenovela donde alguien no esconda algo oscuros secretos del pasado. Hasta los protagonistas tienen su lado oscuro. Por lo general, tal secreto puede acabar con la vida de muchos personajes, y el momento perfecto para su descubrimiento es un funeral, una boda, en un hospital o cualquier otra ocasión donde se encuentren varias personas en un mismo lugar. La música dramática es indispensable durante el descubrimiento, y también es posible que uno de los personajes caiga inconsciente.
Toda telenovela también tiene el villano principal. Es la mayor intrigante e implementa sus ideas en casi todos los episodios. A menudo sucede que ella queda embarazada de su amante y el niño es instigado por su esposo. También hay una versión en la que utiliza al niño como medio de chantaje para lograr su objetivo, como conseguir que el personaje principal (normalmente rico) se quede con ella.
A una telenovela no le debe faltar un hilo pérdida de memoria, que suele ser el último giro de la trama. Uno de los personajes principales pierde la memoria, y esto fue resultado de un accidente al que sobrevivió por pura casualidad. Lo que puede traerlo de vuelta, o al menos refrescarle la memoria, es un encuentro con un antiguo amor, durante el cual vuelve a sentir una conexión como el primer día que se conocieron, aunque no recuerda nada.
El personaje principal de una telenovela suele salir de familia rica, vive en una villa y trabaja en el negocio familiar. Si chico malo también tiene su propio apartamento de lujo donde se queda con su amante, que suele ser una mala persona. Pero si nuestro personaje principal es un chico honesto, entonces el amor de su vida solo engaña cuando está borracho o drogado.
Expresiones en español que aprendimos gracias a las telenovelas:
Yo soy tu madre! – ¡Soy tu madre!
Estoy embarasada! - ¡Estoy embarazada!
¡Te odio! - ¡Te odio!
¡Cálmate! - ¡Tómalo con calma!
¡Me estás tocando! – ¡No me toques!
Te voy a matar! - ¡Voy a matarte!
¡Déjalo aqui! - ¡Irse!
¡En bancarrota! - ¡Pobre cosa!
¡No te quiero escuchar! – ¡No quiero escucharte!
¡No puedo más! - ¡No puedo hacerlo más!
¡Adelante! - ¡Adelante!
¡Eres estúpido! - ¡Eres estúpido!
Desgraciada infeliz! – ¡La desgraciada vil!
Es un desgraciado! – ¡Es un desvalido!
Callate la boca! - ¡Callarse la boca!