En el fondo sabes que estás equivocado, pero tus creencias te cuentan una historia completamente diferente. Dicen que no eres digno, que no mereces la felicidad y el éxito.
Una mentalidad tóxica es una creencia sobre nuestra vida o sobre nosotros mismos que desarrollamos a partir de circunstancias adversas, traumas, problemas no resueltos y fracasos.
Este tipo de mentalidad crece contigo si no la abordas cuando surge. Tiene el poder de destruir tu vida o impedirte vivir la vida que deseas o lograr tus objetivos.
Veamos cuáles son tales creencias.
1. No eres lo suficientemente bueno
Una de las mentalidades tóxicas más comunes es la creencia de que no eres lo suficientemente bueno para algo, ya sea un trabajo o una relación. Construimos una creencia sobre el hecho de que querías algo y no lo conseguiste. Tienes miedo de que nunca volverás a obtener lo que quieres, y como ya no quieres sentir el dolor de la decepción, ni siquiera lo intentas más.
No fuiste responsable de eso. Tal vez no estabas lo suficientemente calificado para el trabajo que querías y no eras la persona adecuada para alguien que te gustaba. No significa que no seas lo suficientemente bueno, solo significa que algunas cosas están destinadas a ser tuyas o para ti y otras no.
La clave aquí es no dejar que esta mentalidad te paralice de intentar más y que vales lo que quieras, incluso si no lo consigues.
Para cambiar el patrón, necesitas cambiar tu mentalidad, incluso si el resultado no es el que desea. Todo depende de lo que esté pasando dentro de ti.
2. Todos te abandonan
Otra mentalidad tóxica común es la creencia de que van a finalmente todos se fueron. Esto generalmente se desarrolla debido a problemas de la infancia.
Empiezas a construir muros a tu alrededor para proteger tu corazón. Estás creando un escenario en el que las personas que amas te dejarán y te quedarás solo, y por eso estás saboteando todas las relaciones.
Si desea solucionar sus problemas de abandono, primero debe llegar a la raíz de cómo comenzó todo y qué partes lleva a sus relaciones.
¿Qué desencadena tal mentalidad? Viejas heridas sin resolver.
3. Tienes que luchar para conseguir lo que quieres
¿Sientes que hay una creencia en ti de que aquello por lo que no has trabajado que no te lo mereces?
Es tóxico, esta mentalidad te impide soñar o seguir tu corazón, tu pasión, porque crees que tienes que trabajar duro para ganarte la vida que quieres.
Y a menudo te sientes culpable si no estás haciendo lo suficiente, así que tratas de llenar tu tiempo con cosas que no te emocionan en absoluto, solo para sentirte productivo al final del día.
Si estás contento con la forma en que vives, incluso si no te esfuerzas demasiado, eso es todo lo que importa. Cómo otros ven tu vida no es tu problema. Tienes que empezar a creer que son las cosas buenas pueden ser simples y que es posible alcanzar tus sueños incluso sin dolor ni lucha.
4. No puedes renunciar
Te bombardean con mensajes de motivación como; no te rindas, no te rindas... Pero a veces la mejor y única opción para ti es rendirte. Lucha por lo que quieres y por lo que amas, pero cuando ya no tengas la energía, la motivación o las ganas de seguir adelante, ríndete.
No hay nada de malo en dejar un trabajo que te hace infeliz. Si terminas una relación que te lastimó. Si dejas de vivir en una ciudad que te chupa la vida. Dependiendo de la situación, a veces quedarse es más tóxico que renunciar.
5. Sé una buena persona
A veces estás mejor sin algunas personas en tu vida. Si romper lazos con la gente , que te faltan el respeto o traen dramas y problemas constantes a tu vida, es la única decisión saludable que has tomado.
Es importante ser empático, amable e indulgente en algunos casos y saber trazar una línea y establecer límites con personas que no los tienen o con personas que te hacen la vida difícil.