Mientras exploramos las ciudades, no podemos evitar quedar impresionados por las pintorescas calles por las que caminamos. Algunos de ellos nos impresionan con sus animados eventos, mientras que otros con sus coloridos e instalaciones artísticas.
Estos callejones a menudo se representan en películas o postales, y cada vez más también en las redes sociales. Esta es una selección de las calles más bonitas según Architectural Digest.
Setenil de las Bodegas, España
Situado en el sur de España, directamente entre Sevilla y Málaga, Setenil de las Bodegas es un pequeño pueblo de unos 3.000 habitantes. Las atractivas casas blancas no son las únicas que atraen a visitantes de todo el mundo. Las estructuras están construidas directamente en los acantilados rocosos que rodean la región. El resultado son hermosas formaciones rocosas naturales que cuelgan sobre las calles mientras brindan sombra y vistas impresionantes.
Brooklyn, Nueva York
Para aquellos que caminan por una calle adoquinada en el barrio Dumbo de Brooklyn, la pintoresca vista del puente de Manhattan puede ser una agradable sorpresa. En la intersección de Washington y Water Street, puedes ver la grandeza del puente más largo que conecta Manhattan y Brooklyn. Son los edificios simétricos a ambos lados de Washington Street los que hacen que la vista sea aún más espectacular.
Recife, Brasil
Recife es una de las ciudades más orientales de Brasil, y la hermosa Rua do Bom Jesus se encuentra en una de las zonas más orientales de la ciudad. La colorida calle, rodeada de altas palmeras, está llena de historia. La primera sinagoga en suelo sudamericano, la sinagoga Kahal Zur Israel, se encontraba en esta calle del siglo XV.
Míkonos, Grecia
Es difícil caminar por las calles de Mykonos sin sacar el teléfono de la bolsa y tomar algunas fotos. En gran medida, las calles empedradas que serpentean alrededor de las casas encaladas son responsables de ello.
Águeda, Portugal
El proyecto Umbrella Sky comenzó en 2011 como parte del Festival de Arte Ágitagueda anual en la ciudad portuguesa de Águeda. Cada verano, cuando las temperaturas se disparan, un puñado de calles estrechas de Águeda se llenan de toldos de coloridas sombrillas para dar sombra a los peatones de abajo.