Deja los viejos hábitos en el pasado.
En el viaje de la vida, aprendemos todos los días, avanzamos y crecemos a través de la experiencia. Cometemos errores, pero no nos rendimos, buscamos soluciones.
Si eres autocrítico, o tal vez estás constantemente analizando lo que has hecho mal y buscando direcciones para motivarte, o eres demasiado duro contigo mismo, ¡aquí hay ocho cosas por las que mereces perdonarte!
1. No sabías de otra manera
Perdónate por no saber de otra manera, por pensar que no podías avanzar, por quedarte atascado, por no poder elegir de otra manera, por elegir cosas que no eran para ti. Y porque no sabías lo que querías, incluso si lastimaba a otras personas en el proceso (incluido tú).
2. Decir palabras que no eran tu verdad
Perdónate por decir cosas que no surgieron de tu parte más honesta y auténtica. Palabras que todavía venían de esos lugares sin sanar. Y palabras que vinieron de donde estabas cuando te lastimaron y no aquellas que reflejan quién eres ahora.
3. Los traumas dictaron tu personalidad
Perdónate por comportarte de todas esas maneras que realmente no te reflejan y nunca lo harán. Perdónate por permitir que el miedo sea el conductor de tu viaje en el mapa de la vida.
4. No supiste respetarte
Perdónate por aceptar cosas que no merecías cuando pensabas que las merecías. Por pensar que todo es más importante que respetarte a ti mismo y exigir que los demás hagan lo mismo.
5. No tenías límites personales establecidos
Perdónate por no tener mejores límites. Perdónate por todas las veces que no dijiste que no, por todas las veces que hiciste algo que realmente no querías hacer. Y por permitir que las personas se tomen tu tiempo, te respeten, te amen de una manera que ahora sabes que no te hace sentir bien con ellos. Tus límites evolucionan a lo largo de la vida, al igual que tú.
6. No has hecho lo suficiente
Perdónate por no hacer más y comienza a estar orgulloso de lo que hiciste. Mereces perdonarte a ti mismo por tu propio bien, por el bien de seguir adelante, por el bien de convertirte en la persona que realmente quieres ser. Estás haciendo lo mejor que puedes y siempre has hecho lo suficiente, recuérdalo.
7. No escuchaste tu voz interior
Perdónate por todas las veces que ignoraste y reprimiste todo dentro de ti que siempre supiste que era correcto hacerlo. Perdónate por no tomarte en serio, por no saber cómo ser un amigo contigo mismo.
8. No te permitiste ser feliz
Perdónate por todos los momentos que pasaron sin sentirlos plenamente porque el miedo y la ansiedad se interpusieron en el camino. Las veces que no te diste permiso para sentirte feliz y todas las veces que pensaste que no lo merecías.
Perdónate por pensar demasiado, preguntarte y por todas las veces que no te dejaste ir por completo. Perdónate por no permitirte ser feliz y decide que a partir de este momento recibirás oportunidades para la felicidad, la satisfacción, el respeto, el amor. Te lo mereces.