Cuando confías en tu pareja, ¡todo es posible!
El amor no es simple, es una mezcla de todo, es un arcoíris. Y cuando te das cuenta de que la pareja adecuada está a tu lado, se abre ante ti un océano de relajadas actividades íntimas.
1. Dejas de usar protección
Cuando estás en una relación a largo plazo, tú y tu pareja confían completamente el uno en el otro. Te sientes emocionalmente seguro con él porque ambos están comprometidos el uno con el otro. Este cambio es realmente un cambio de juego, ya que su conexión a nivel físico se volverá aún más íntima, relajada e interesante.
2. Le muestras tu vulnerabilidad
Cuando estás en una relación a largo plazo, te vuelves más vulnerable que nunca. Permite que tu pareja te vea desde un lado que no te gusta. Le muestras tus debilidades y le haces saber tus partes más ocultas. Comparte tus fantasías sexuales con él.
3. El coito ocurre naturalmente
Todavía tratas de hacer que tu vida sexual sea interesante, pero dejas de planificar el sexo. Solo pasa. Cuando te levantas por la mañana y lo tocas. Cuando regresas del trabajo, o cuando estás viendo una película y ya estás intimando en la primera escena candente. Ya no le envías mensajes de que lo quieres, sino que lo seduces de inmediato. Se sincronizan. La sexualidad se vuelve diferente, algo más que placer físico.
4. Siéntete cómodo en tu propia piel
Cuando estás con él, te sientes como la mejor versión de ti mismo. Su inseguridad desaparece. Su confianza es inconmensurable. Los miedos están ahí, pero tu amor los supera. Piensas menos y sientes más. Dejas de preocuparte por cosas que no son importantes (distracciones) y empiezas a prestar más atención a las cosas que son importantes.
5. Tienen conversaciones honestas
Tú y tu pareja se comunican sobre todo, incluso sobre cosas desagradables. Habla de sexo como lo que vas a cenar, sin dudarlo. Le confías lo que te gusta y lo que no te gusta en la cama. Tu pareja sabe lo que quieres más y lo que nunca querrás volver a hacer. Y lo más importante, sabe qué decir y cómo tocarte para satisfacerte.
6. Hacen concesiones
Han dominado el arte del equilibrio. No solo complaces en los momentos íntimos, sino que haces concesiones. Si tu pareja está de humor y tú no, aún así cuídala de una manera diferente porque no quieres que se sienta indeseada u ofendida. Respetas su necesidad de ternura. Y cuando estés cansado, él también te entenderá. No tienes mala conciencia si a veces no quieres sexo y no peleas por ello. Se entienden y no se obligan a hacer cosas que uno o el otro no quieren hacer, sino que se desafían a probar cosas nuevas.
7. La sexualidad se vuelve sutil
No son una pareja aburrida, son una pareja sana, normal. Tu chispa no se convierte en impulsividad, sino en pasión. Cuando estás en una relación a largo plazo, no pierdes el control, lo ganas porque no sientes la necesidad de dejar a alguien, solo sientes la necesidad de conectarte.
8. El sexo sigue siendo asombroso
La sexualidad se convierte en tu terapia de alguna manera. Se convierte en un lugar al que corres en lugar de escapar. Tu pareja sabe exactamente cómo te sientes y te ama exactamente de esa manera. Sientes que le perteneces a él y él te pertenece a ti. Aún así, te sientes libre porque el sexo con él te permite sumergirte en tus deseos más profundos.