"El amor no es un vendaje para cubrir heridas". -Hugh Elliot
Tal vez sienta un fuerte deseo de enviarle un mensaje porque apareció inesperadamente en su feed de redes sociales, aunque de lo contrario lo esté ignorando.
Tal vez quieras enviarle un mensaje de texto porque es tarde y te sientes solo. Hace algún tiempo iban a dormir juntos y extrañas su brazo que estaba envuelto a tu alrededor de manera segura. Ahora te duermes solo y sientes que eres la única persona en el mundo que sigue despierta.
O tal vez has bebido demasiado y finalmente has llegado al punto en que tu cerebro realmente te permite pensar en él. Y con cada sorbo, estás más convencido de que esta noche es el momento adecuado para decirle que lo extrañas. ¡O que estás triste, que lo odias, o que no quieres volver a verlo nunca más!
Tal vez ni siquiera tuviste una relación con él. Tal vez solo estaba jugando contigo y lo dejaste porque le gustaba demasiado como para resistirse.
No importa qué, quieres enviarle un mensaje ahora mismo. Lo quieres tanto que es todo en lo que puedes pensar. Los pensamientos siempre aparecen en mi cabeza de forma rápida e inesperada. Y a veces reaccionas instintivamente: envías un mensaje. Aunque sabes que no debes hacer eso.
Para. Sea lo que sea, FUE, fin de la historia.
Puede haber varias razones por las que quieras enviarle un mensaje. Te sientes solo, confundido, perdido. Recuerda: eres un adulto y a lo largo de tu vida experimentarás una serie de altibajos emocionales. Enviar mensajes de texto hoy, mañana, dentro de una semana o dentro de un mes no solucionará tu vacío. Si en el fondo sabes que no es él, esa persona que te amaría sin importar nada, no le envíes mensajes de texto.
No dejes que el mensaje sea solo una tirita, porque nunca se convertirá en una solución y la herida solo sanará más lentamente debajo de ella. Todo se desvanecerá tarde o temprano porque él NO es tu persona.
Tus pensamientos continuarán dándote señales por un tiempo para enviar un mensaje, especialmente en la noche cuando te sientas solo o vulnerable. Recuerda que no estás solo, que innumerables personas ya han pasado por lo mismo. Y lucharon, resistieron sus pensamientos.
No hay nada de malo en querer enviarle un mensaje de texto. A veces tienes que escribir el final de tu historia de esta manera. Pero no lo olvide: esto retrasará el tiempo de curación que su corazón necesita antes de estar listo para abrirse y amar nuevamente.
No le escribas. Porque los mensajes son solo parches y lo que buscas es mucho más que eso. El amor es el abrazo de dos almas.