¿Tus pensamientos atraen constantemente miedos, eventos negativos? ¿Tienes miedo constantemente y ni siquiera sabes por qué? ¿No puedes encontrar una razón para tu miedo?
Cuando surgen situaciones estresantes en la vida, nuestro cerebro necesita tiempo para reconocer el nuevo estímulo estresante, detectar los pensamientos y emociones que surgen en respuesta a él y adaptarse a lo que percibimos como amenazante. La tarea del cerebro es mantenernos vivos el mayor tiempo posible, por lo que dispara una alarma bajo la influencia de cada nueva situación estresante.
Recuerda que la primera reacción al estrés es la más fuerte. Pueden ocurrir ataques de pánico, pero luego es importante darse cuenta de que esta condición pasará. Trate de resistir sus sentimientos. Diga en voz alta: "Sí, tengo mucho miedo, me siento débil, no puedo comer, dormir ni pensar en otra cosa". Cuando te des cuenta de tus sentimientos, di: "Pero sé que pasará pronto, mi ansiedad disminuirá en un instante".
Cada uno de nosotros lidia con nuestra ansiedad lo mejor que podemos. Algunas personas quieren sobrevivir solas a una situación así, otras acuden a sus seres queridos, otras buscan inmediatamente una solución o consultan a un psicólogo. Cada uno a su manera devuelve su mente a un estado de paz y control.
El miedo más común que enfrentamos es cuando pensamos en el futuro, desarrollamos intenciones, visiones, cómo se verá algo, qué sucederá.
Luego están las preocupaciones, que con mayor frecuencia se asocian con la incertidumbre y el pesimismo. Te haces preguntas: "¿Seré capaz de hacer esto?" ¿Qué pasa si se va, qué pasa?"
En el miedo, tenemos más miedo de perder la sensación de control. Por eso, es importante tratar de restaurar al menos un impacto mínimo en lo que nos está pasando. Es cierto que no podemos controlar nuestros sentimientos, pero podemos influir en nuestros pensamientos, que son la causa de la mayoría de nuestros sentimientos y reacciones ansiosas.
Podemos controlar nuestros pensamientos. No tenemos ninguna influencia en lo que está sucediendo. No podemos predecir cómo terminará todo esto. Pero sí influimos en nuestros pensamientos. Nuestros pensamientos afectan nuestras emociones y nuestras emociones afectan nuestras acciones.
Cómo reducir el miedo y la ansiedad:
- Busque asesoramiento profesional, como un psicólogo o psicoterapeuta.
- Trate de no leer noticias negativas, evite a las personas negativas.
- Date el derecho de expresar tus sentimientos como desees (sin juicios ni inhibiciones).
- Si tienes la oportunidad de tomarte un descanso, ver una película con tu familia o hacer algo que normalmente te hace feliz, hazlo.
- Practica técnicas de relajación.
- Haz lo que te tranquilice y te haga feliz.