La lavadora, la heroína silenciosa del hogar que nunca se toma vacaciones. Pero si no la cuidamos (léase: la limpiamos), puede vengarse rápidamente de nosotros... con un inquietante olor a humedad. Y nada arruina más la frescura de la ropa recién lavada que el tufo de un sótano mohoso de 1983.
UnidoAgosto 1, 2013
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El refrigerador es uno de esos electrodomésticos que damos por sentado, hasta que empieza a comportarse como un adolescente irritable: ruidoso, impredecible y completamente ineficiente. Normalmente solo empezamos a preocuparnos por él cuando deja de funcionar como debería: cuando la leche se agria antes de caducar, cuando los electrodomésticos zumban como generadores y cuando nos sorprende una factura de la luz demasiado alta.
Las toallas de baño son algo que usamos casi a diario sin prestarles mucha atención. Después de ducharnos, nos las enrollamos, las tiramos en el toallero, a veces en el suelo, a veces sobre la cama (¡qué horror!), y luego, siendo sinceros, las volvemos a usar. Y otra vez. Y otra vez. Hasta que empiezan a desprender un olor que nos hace saber que hemos pasado la línea de la limpieza.
No, el sol no siempre es el amigo de tus plantas; a veces es más como ese conocido que se queda demasiado tiempo. Si quieres que tus plantas de interior luzcan como salidas de una historia de Instagram (y no de un documental del desierto) este verano, sigue estos consejos de eficacia comprobada para regarlas.
Las sábanas de lino son el toque chic parisino por excelencia: lucen estupendas sin esfuerzo, incluso si parece que ni siquiera se han levantado de la cama por la mañana. Pero esa estética atemporal requiere un cuidado adecuado. Aquí tienes la guía completa.
La temporada de bodas 2025 ya está aquí con fuerza, y esta vez no con tacones, sino con zapatillas. Sí, has leído bien. Si sigues convencida de que el único calzado de boda de verdad es el que te convierte en la Bella Durmiente al cabo de tres horas (menos el príncipe, solo que con ampollas), entonces es hora de un repaso: las zapatillas de boda son el nuevo imprescindible para novias.
Si alguna vez has deseado poder llevar el aroma de crema de vainilla, almendras recién horneadas o tarta de limón espumosa sin parecer un pastelero en plena faena, tenemos noticias para alegrarte la nariz (y el ego). Los perfumes gourmet vuelven con fuerza en 2025, no como los baratos aerosoles de vainilla de la adolescencia, sino como sofisticadas obras de arte que combinan la dulce nostalgia con el glamour de la madurez.
Cuando un mini desfile de moda con prendas recién compradas se despliega lentamente en el probador, parece un cuento de hadas. Una camisa nueva que brilla de maravilla, esos vaqueros que por fin te quedan bien: ¡amor instantáneo! Y entonces te dices: "¡Ah, está nuevo, impecable!". Y ¡zas!, ya estás vestida y de camino a la ciudad.
Cualquiera que tenga un jardín, ya sea un huerto, un oasis de flores o incluso un imponente espiral de hierbas, conoce ese momento desgarrador. Justo cuando todo va bien, el gato del vecino pasa y lo anuncia como su nuevo baño. O tu perro, que cree que la lechuga es la nueva pista de agilidad.
Todos entramos en pánico antes de irnos de vacaciones. Y mientras buscamos los zapatos en el armario y el pasaporte, nos ronda ese dilema silencioso, casi existencial: ¿Apagué la estufa? Y entonces, en el coche, en medio de la carretera, o quizá ya en el avión, aparece el clásico "truco mental": estás completamente seguro de que has olvidado algo. ¿Qué exactamente? No lo tengo claro. Pero algo. Quizás solo eso.
Algunas elecciones de moda del pasado merecen ser olvidadas para siempre, mientras que otras están experimentando un verdadero renacimiento: mejores, más hermosas y con un toque de confianza. Parece que los estilos que una vez reinaron ahora conquistan las peluquerías, TikTok, las calles y las reuniones de Zoom. Y no, no es solo nostalgia, es un verdadero resurgimiento de la moda.
Cuando el aire se siente estancado en pleno verano y los pensamientos se desvanecen, la mayoría de la gente recurre automáticamente al aire acondicionado. Fresco, rápido, eléctrico. Pero luego llega la factura de la luz y, con ella, un regusto amargo, literalmente. ¿Y si existiera un método natural, barato y de eficacia comprobada durante siglos, que además no requiere control remoto, filtros ni mantenimiento? Sí, también es posible tener una casa fresca de esta manera.