Si alguna vez has mirado tus persianas y has pensado que sería más fácil cambiarlas que limpiarlas, no estás solo. El polvo, las manchas de grasa y esa persistente película grisácea que se adhiere a las lamas a pesar de cada rayo de sol son testigos silenciosos de nuestra vida cotidiana. Y aunque las persianas son un clásico atemporal de los interiores minimalistas, limpiarlas es considerado por muchos como el Everest doméstico. Tenemos la manera más fácil de limpiar tus persianas.
UnidoAgosto 1, 2013
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Estás perfectamente bien por la mañana. Hasta que te miras al espejo y ves a alguien esperándote con aspecto de haber dormido en un garaje subterráneo. Ojeras, hinchazón y esa omnipresente sombra de cansancio, aunque ayer hayas dormido lo suficiente y no te hayas bebido dos botellas de vino. Al parecer, la piel del contorno de ojos ha recibido instrucciones diferentes para la vida y se está permitiendo demasiada libertad artística. ¿La solución? ¡Un gel casero para las ojeras!
Cuando la naturaleza despierta y los pájaros empiezan a piar alegremente, los animales menos agradables también salen de sus oscuros escondites: hormigas, mosquitos y cucarachas. Y como nadie quiere pasar las tardes luchando contra una pequeña plaga bajo la mesa, hemos encontrado una solución que no implica aerosoles tóxicos ni esprays sospechosos. Se trata de papel de aluminio como trampa para insectos.
Hoy en día, muchas personas veneran las canas como signo de madurez y encanto. Pero si eres de las que encuentran las canas menos inspiradoras y más bien un poco vergonzosas, no estás sola. Entre la avalancha de tintes caros, tratamientos de salón y promesas de "soluciones permanentes", los métodos naturales están cobrando impulso de nuevo. ¡Olvídate de teñirte las canas!
La lavadora, ese héroe silencioso de la vida moderna, nos salva la espalda, el tiempo y el armario a diario. A lo largo de la semana, devora tranquilamente camisetas sudadas, pantalones embarrados y frases como "He derramado vino sobre esto, pero tranquilo, mamá tiene lavadora". ¿Te has preguntado alguna vez quién lava la lavadora? No, en serio. También se merece un poco de cuidado. Y si crees que eso significa dos horas de fregado y una nube de limpiador, tenemos buenas noticias: hay un truco. Y hay un botón. Solo tienes que saberlo.
De vez en cuando, entre la avalancha de trucos de belleza virales, surge algo que no es solo una moda de internet, sino que realmente funciona. Un ejemplo es un dúo simple, casi cómicamente banal, que probablemente ya tengas en casa: vaselina y limón. No, no es un título afortunado de una columna de belleza humorística, sino un aliado natural para tu piel que, a pesar de su apariencia y precio modestos, supera a muchos productos glamurosos de renombre.
Juntas. Esas discretas líneas entre azulejos que solemos ignorar hasta que una mañana, mientras intentamos tomarnos un café tranquilamente, nos clavan la mirada en el alma. Se oscurecen lentamente, adquiriendo tonos que ni siquiera elegirías para un abrigo de invierno, y empiezan a desprender olores que nos recuerdan vagamente a un baño de sótano descuidado de los 90. ¿Cómo se limpia la junta?
¿Alguna vez te has mirado al espejo y has pensado: "¿Dónde está ese brillo de la universidad?". Sin filtros, sin crema con color y con la energía que te dejaba sin aliento (o al menos esos sábados por la noche)? Si hoy te crujen las articulaciones como si fueran parqué viejo y con cada sentadilla sientes que tu cuerpo te delata la edad con sonido Dolby Surround, entonces es hora de preparar colágeno casero.
Tu almohada, esa cosa suave y aparentemente inocente que sostiene tu cabeza cada noche, guarda más secretos de los que crees. Si alguna vez te has preguntado por qué tu almohada, que antes era blanca como la nieve, ahora tiene un sutil tono amarillento (o no tan sutilmente), déjanos decirte: no estás solo. ¿Cómo lavar tu almohada?
En una época en la que la mayoría de los productos de belleza todavía venían en frascos con tapones de latón y se utilizaban polvos compactos para conseguir una tez perfecta, Marilyn Monroe ya tenía una rutina que las influencers de belleza actuales no dudarían en vender como "lujo minimalista".
Cuando la tostadora huele a pan crujiente de masa madre, probablemente tu mano instintivamente busque la mantequilla. Pero agárrate fuerte: hay una alternativa igual de deliciosa, pero con un pedigrí mucho más cosmopolita: el ghee.
El verano de 2025 apenas ha llegado a nuestras agendas, pero los trajes de baño de H&M ya están agotados. ¿Qué pasa? ¿De verdad nos vuelven locos las estatuas textiles que prometen revolucionar la moda playera? Parece que sí. Y las razones son tan contundentes que hay que leerlas todas de un tirón.